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El marido de la reina Margarita de Dinamarca, el príncipe consorte Enrique, de origen francés, se niega a ser enterrado con ella, anunció el jueves la Corte.

Frustrado por haber sido siempre relegado a un segundo plano protocolario, el príncipe, de 83 años, decidió que no quería compartir la tumba de la soberana, que está 'de acuerdo' con esta decisión, indicó al diario BT la jefa de comunicación de palacio, Lene Balleby.

Preguntado por la AFP, un portavoz de la Corte confirmó las informaciones del rotativo sin dar más detalles.

La decisión del príncipe responde al hecho de que al no haber obtenido el título y función que quería, no era el igual de su mujer en vida por lo que quiere serlo en la muerte, explicó Balleby.

El príncipe Enrique nunca escondió su disgusto por no haber obtenido el título de rey y su descontento aumentó estos últimos años, añadió la misma fuente.

Pese a su rechazo a ser inhumado con su mujer en la necrópolis real de la catedral de Roskilde, como lo son tradicionalmente las parejas reales, el príncipe debería ser enterrado en Dinamarca.

Él 'ama Dinamarca y trabajó por Dinamarca durante más de 50 años. El príncipe quiere así ser enterrado en Dinamarca'.

Enrique de Laborde de Monpezat conoció a su futura esposa en 1965 cuando trabajaba en la embajada de Francia en Londres. Después de su boda, la enérgica personalidad del príncipe nunca cautivó los corazones de los daneses, que se burlaron de su retiro de la vida pública a principios de 2016.