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Entre los muchos presentes que tendrá el Papa Francisco durante su visita a Colombia habrá uno que probablemente él no tomará en sus manos -porque no sería él quien consagre el vino-, pero que si lo hiciera significaría el mayor orgullo para sus donantes: un cáliz hecho en la Orfebrería Rodríguez, una empresa antioqueña que fabrica y restaura objetos religiosos, con más de 50 años de tradición en el oficio y que lleva dos meses continuos elaborándolo.

El gerente de la orfebrería, Miguel Ángel Rodríguez, dice que el cáliz estará sobre la mesa de la homilía que ofrecerá el Pontífice en Villavicencio, 'y es posible que lo coja en sus manos, pero si no lo hace, lo importante es el destino que tendrá la obra'. Esta quedará en el Santuario de la Virgen de Czestochowa o del Piedemonte Llanero.

Este elemento religioso -la copa donde los sacerdotes beben el vino que simboliza la sangre de Jesús- es único, pues fue diseñado especialmente por la visita del Papa a Colombia, en la que canonizará al obispo de Arauca, Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, asesinado por el ELN el 2 de octubre de 1989; y al padre Pedro María Ramírez Ramos, asesinado a machetazos en Armero en 1948. Los rostros de estos dos mártires constituyen los elementos principales del cáliz, que se termina de elaborar el martes.

La obra, cuenta Miguel Ángel, está inspirada en el arte religioso de finales del siglo XIX y principios del XX. Además de los dos rostros, en la base incluye el escudo del Papa Francisco, tres rubíes como signo de la sangre derramada por los mártires colombianos y hojas de palma que simbolizan el sufrimiento de ambos religiosos.

En la parte central, donde está la empuñadura, va una corona de espinas que representa la pasión de Cristo, 'pero a diferencia de la habitual, se elaboró en alambrada, para significar el sufrimiento por la guerra y el conflicto de Colombia'. De la misma parte emergen palomas que simbolizan los tiempos de paz.

En la copa se hizo una filigrana momposina tejida a mano con hilos de plata adelgazados al espesor de un cabello. Todo el elemento es en plata, pero la parte interior es bañada en oro colombiano. El cáliz también lleva ocho esmeraldas donadas por una familia colombiana que se reservó la identidad.

'El cáliz es una donación en agradecimiento a los 50 años de trabajo para la Iglesia. Somos 7 personas dedicadas exclusivamente a este trabajo', cuenta Miguel Ángel Rodríguez, quien no menciona el precio que tendría este elemento.