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Aunque el sol golpeaba con fiereza en el Gran Malecón del Río, desde las 3:00 de la tarde los asistentes empezaban a aglomerarse en las gradas con el único propósito de escuchar historias.

Ni el calor, ni el fuerte resplandor, ni las nubes que más tarde auguraban un aguacero fueron impedimento para que los amantes de la narración oral se acercaran a la clausura de El Caribe Cuenta, Festival Internacional de Cuenteros que llegó a su aniversario vigésimo aniversario.

Este proyecto cultural que exalta la riqueza de la tradición oral en el Caribe colombiano, busca también fomentar la práctica de la narración oral escénica en niños, jóvenes y adultos.

'En esta edición 2017 del festival le mostramos a la ciudad que hay otros espacios. Esto ha requerido también que seamos más exigentes con la logística para seguir garantizando la calidad de los eventos. Aumentamos de 13.000 espectadores en el 2016 a 15.000 en esta edición', expresó Manuel Sánchez, organizador del evento.

Luego de una semana de intensa actividad que incluyó presentaciones en distintos escenarios de Barranquilla y el Atlántico, la realización de 130 funciones y un impacto en cerca de 15 mil espectadores, se dio la clausura Festival Internacional de Cuenteros: El Caribe Cuenta, con una ‘narratón’ en la que participaron célebres invitados nacionales e internacionales.

'Cuando me hicieron esta invitación sentí gran temor porque Colombia es la cuna de la narración',confesó Roberto Espinal, cuentero boliviano que participó del cierre del festival. 'Me gusta cómo los barranquilleros están ávidos de conocer y escuchar historias', expresó.

Con el imponente Río Grande de la Magdalena de fondo, los cuenteros que llevan el título de 'Gran Narrador Caribe', Jaime de Ávila y Wilfer Donado, contaron algunas historias costumbristas, características de los pueblos de la región, en los que hicieron gala de la tradición, manifestaciones espirituales e inmateriales que sobreabundan en la Región Caribe.