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Barranquijazz despidió cinco días de festival con una descarga de sonidos latinos. Más de 4 mil personas asistieron a la cita y gozaron de las presentaciones de Joe Bataan, Peruchín Jazz & Tradition, y el conjunto Chappottín & sus Estrellas.

A las 5:30 p.m. se dio inicio al cierre de Barranquijazz en la Plaza de la Paz. La orquesta Peruchín Jazz & Tradition fue la encargada de abrir el espectáculo con el que el festival se despidió después de cuatro días de conciertos. Las tres mil sillas ubicadas en el emblemático espacio de la ciudad se fueron llenando poco a poco de un público ansioso de disfrutar de una velada de buena música.

La sabrosura cubana de la orquesta dirigida por Rodolfo Argudin Justiz contagió al público barranquillero que la fue acompañando con las palmas a lo largo de su presentación.

Luego, siguiendo la línea, el Conjunto Chappotín & sus Estrellas hizo presencia en el escenario. La tercera generación de la tradicional agrupación cubana elevó los ánimos de la gran fiesta en la que se convirtió la Plaza de la Paz.

'Ese amor de los barranquilleros nos lo llevamos en el corazón para Cuba', dijo emocionado Miguel Cuní Jr., hijo del legendario músico que también hizo parte del conjunto. En un momento pusieron a bailar a todos los asistentes, quienes se pusieron de pie para homenajear a Félix Chappottín, mientras que la agrupación coreaba que 'la pachanga se puso buena'.

Los espectadores se emocionaron tanto con la presentación que querían que continuaran en el escenario. Los músicos atendieron la petición y tocaron una canción más y culminaron diciendo: 'adiós, adiós, me tengo que marchar, mañana volveré de nuevo a este lugar'.

Finalmente se instaló en la tarima el rey del soul latino, Joe Bataan, junto a toda su orquesta. 'Este número es muy especial, queremos hacer una oración para la gente de Colombia', manifestó Bataan antes de interpretar su segunda canción, en la que elevó una alabanza.

La presentación continuó con una explosión de sonidos latinos, con la que el artista demostró por qué es uno de los más grandes exponentes del soul latino. 'Es tiempo de fiesta', le dijo Bataan a los asistentes, que coreaban junto a él Party.

Su enérgica presentación no terminó con su éxito El avión, como planeaba el artista, puesto que el músico emocionado pidió más canciones y la orquesta tocó dos canciones más.

En el Jumbo

La última gala en el Salón Jumbo del Country Club pasó de la introspección a la explosión musical. La velada empezó con la presentación del cubano Omar Sossa junto al senegalés Seckou Keita, que presentaron una propuesta con un tono espiritual.

Música líquida fue el álbum que interpretaron los músicos que aprovecharon la ocasión para invitar a conservar el agua. 'Parece que no nos hace falta porque la tenemos todos los días, pero en Cuba y África tenemos problemas por eso hay que cuidar el agua, es vida, el agua es paz', expresó Sosa.

Luego vino el show de Roena, quien les ofreció a los asistentes una noche inolvidable. El guaguancó del adiós, Cómo te hago entender, Cui Cui y Mi desengaño fueron algunos de los temas que interpretó y pusieron a bailar al público salsero.

Roena demostró durante su acto que sus dotes de bailarín no se han reducido con el paso de los años e hizo uno de sus pasos emblemáticos al abrirse de piernas frente al público.