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Mientras el cuerpo del maestro Efraín Mejía Donado reposa en una de las salas de velación de la funeraria los Olivos de Montería, tres de sus hijos lo rodean mientras organizan el traslado para este sábado un poco antes del mediodía a su natal Soledad, Atlántico.

'El mejor legado lo sembró mi padre en Soledad, donde uno se sorprende al ver como los niños tocan la cumbia. Todo ha sido producto de lo que mi padre sembró, un legado que ha traspasado generaciones, manteniendo el concepto de lo autóctono', sostuvo Efraín, quien se había traído a su padre hasta Montería hace aproximadamente cinco años.

Para su familia el maestro era muy coherente en el sentido de manifestar en el hogar, todo el tiempo, la alegría que expresaba en cada una de sus actuaciones.

'Papi era coherente en su forma de ser jovial, noble, tenía un corazón enorme, eso se veía en la tarima pero también en la casa' sostuvo el mayor de sus hijos.

La familia no deja de recibir mensajes de condolencias a través de las redes sociales, resaltando el aporte que el autor de La Cumbia Soledeña, Josefa Matía y otros éxitos del folclor cumbiambero le hizo al Caribe.

'Siento que mi padre partió a la presencia del Señor, siempre luché porque su alma fuera salva y esa fue una de las cosas que presencié dos días antes de él morir', sostuvo Efraín.

Los cinco hijos que tuvo el maestro le rendirán un homenaje familiar a partir de las 8:00 a. m., de este sábado en Montería y luego en un carro fúnebre trasladarán el cuerpo hasta Soledad.

En la funeraria en Montería permanecen Efraín Antonio, Juan Carlos y Danilo José Mejía, mientras en las próximas horas arribarán la esposa del fallecido músico Gladys Donado de cuya unión nacieron además Luis Alberto, desde Barranquilla y Alexandra María, quien viaja desde Canadá.

Los hermanos Mejía no descartan enriquecer la herencia musical de su padre y retomar la cumbiamba como actividad alterna, para seguir enalteciendo el nombre del gran Efraín Mejía Donado.