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Desde que el Vaticano hizo el anuncio oficial de que el papa Francisco lo había nombrado como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Barranquilla, monseñor Pedro Emiro Salas Anteliz no ha tenido descanso. 'Han sido unas 24 horas muy frenéticas. Muchas llamadas, reuniones para organizar cosas. Comienza uno a darse cuenta de que ya es una realidad'.

Aún no ha llegado a Barranquilla, pero desde ya monseñor Jairo Jaramillo Monsalve –arzobispo saliente– y monseñor Víctor Tamayo, en conjunto con un equipo delegado por la Arquidiócesis para la organización del recibimiento del nuevo arzobispo, trabajan en la logística de su arribo a la ciudad, que sucederá antes del 9 de diciembre, día en que se posesionará en la catedral María Reina.

En diálogo con EL HERALDO, el nuevo arzobispo de Barranquilla, el primer costeño que el Vaticano nombra para la ciudad, habla respecto de este nombramiento y sus lineamientos en la Iglesia católica.