En el mundo del boxeo fue conocido como ‘Búfalo’ por su contundencia en la pegada; en el arte sus obras llevan el sello de ‘Baldot’, el expresionista del estilo abstracto. Es Ubaldo Torres, quien está incursionando en una nueva técnica para pintar, usando los guantes con los que antes derrotaba a sus contrincantes, para hacer sus creaciones.
‘Acción pintada’ es el nombre que le puso a esta nueva técnica en la que, en vez de pinceles, los guantes son untados de acrílicos, que junto a una mezcla de movimientos rápidos -como si estuviera en un cuadrilátero o frente a un saco de arena en un gimnasio- le dan rienda suelta a la imaginación de este artista para plasmar figuras abstractas y expresivas con multiplicidad de colores sobre un lienzo.
'Busco que la obra salga de mi alma, estoy preparando una exposición con pinturas creadas con guantes que van a ser un homenaje al maestro Obregón, en expresiones abstractas', señala.
Con más de 1.80 metros de estatura, tez morena, delgado y brazos largos, Ubaldo se ganó en el boxeo el apodo de ‘Búfalo’ por la fortaleza con las que derribaba a sus rivales en el ring. Sus faenas deportivas le permitieron representar al Cesar en varios torneos regionales y nacionales, y catapultarse a campeonatos suramericanos.
Fue en 1988 cuando el entonces entrenador Manuel Prescott, ya fallecido, descubrió las potencialidades de aquel muchacho que para la época tenía 18 años. Desde ahí inició una carrera de década y media cosechando triunfos, con unas que otras derrotas, en los pesos supermediano y mediano. En ese tiempo estuvo siete años como amateur y ocho en el profesionalismo, hasta que poco a poco fue desmotivándose por la forma cómo los apoderados trataban a los pugilistas. 'Nos veían más como gallos de pelea, que como personas', señala, al precisar una de las causas que lo llevaron a colgar los guantes con los que intentó conquistar la fama.
Resuelto a no pelear más, dejando atrás un historial de 48 combates en amateurs y otro tanto en el profesionalismo, cosechando triunfos como la clasificación a los Juegos Suramericanos y Centroamericanos del Caribe en 2002 en San Andrés Islas, y correrías por las cuerdas de Venezuela, Ecuador, Curazao, Brasil, México y Panamá comenzó a explorar una inquietud que siempre tuvo de joven, ser artista.
Fue precisamente su paso por el boxeo el que le dio la oportunidad de conocer otras culturas y ahondar en el mundo de la pintura. 'Cada vez que podía, cuando estaba en concentración en otros países, iba a los museos, casas de las culturas y sitios de exposición de obras pintadas en diferentes técnicas', dice Ubaldo Torres.