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Ser vegano va más allá de una dieta nutricional. Es un estilo de vida que cualquiera puede empezar sin importar la edad, y que se basa no solo en no comer alimentos provenientes de los animales, sino en una ideología de reconocimiento y valoración a estos, que además tiene que ver con la postura individual ante el medioambiente, la política y la economía.

Un artículo publicado en la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo, en México, titulado La revolución vegana: análisis posthegemónico del movimiento vegano en Puebla cita un reporte de las Naciones Unidas que indica que 'un cambio global hacia una dieta vegana es vital para salvar al mundo del hambre, la escasez de combustible y los peores impactos del cambio climático'. El documento fue citado por el diario The Guardian, en 2016.

Ellos denominan la 'revolución vegana' entonces, al 'cúmulo de narrativas del veganismo que redefinen las relaciones con el cuerpo, el medioambiente y otras entidades vivientes en oposición generalmente al programa cultural y político del neoliberalismo'.

'En unos 10 o 15 años la mayoría de las personas del planeta van a ser veganas, no solo porque es una tendencia, sino porque el gasto de tierras, agua, producción de ganado es gigante y casi no se puede sostener. Y también porque cualquiera puede empezar la dieta a cualquier edad y sin ninguna restricción', explica Diego Parra Burbano, médico cirujano de la Universidad de Pereira, con entrenamiento clínico en medicina Mente, Cuerpo y Espíritu, de la Universidad de Harvard. Parra afirma que lleva 18 años en el veganismo.

A sabiendas de la profundidad y alcance ideológico de la cultura vegana, a continuación en esta nota nos remitiremos solo hablar del aspecto nutricional de la misma, con el compromiso de ampliar el tema en una futura entrega.

Nutrición vegana

'Los veganos se enferman mucho, les faltan nutrientes, no son resistentes y no tienen energía'.

Con estas palabras algunos describen a las personas que optan por una alimentación basada únicamente en productos de origen vegetal. Es el caso de Danilo Ocampo, un deportista nacional de voleibol playa, que desde que cambió su alimentación carnívora a una vegana recibió críticas por parte de su círculo social.

'Te ven como un ‘bicho raro’, piensan que no vas a ser capaz, que no vas a rendir, pero la realidad es distinta. Desde que inicié hace cuatro años he tenido un mejor desarrollo a nivel deportivo y espiritual', cuenta Danilo, de 38 años.

Sobre esta nutrición, basada en la ingesta de macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) provenientes solo de la madre tierra 'existen todavía muchos tabúes', explica el médico Diego Parra.

'Relacionan el veganismo con una religión, culto o fanatismo, y resulta que no. Ahora es una tendencia mundial en la que los atletas acuden a esta dieta y logran tener mayor resistencia en sus disciplinas, y las personas que la adaptan a su vida se rehabilitan de enfermedades que parecían incurables como la hipertensión, diabetes, cáncer, entre otras'.

Isaac Kuzmar, médico nutriólogo clínico, investigador senior de Colciencias y docente investigador de la Universidad Simón Bolívar, señala que 'dentro las razones mencionadas para explicar esta elección alimentaria, están las consideraciones éticas (estimación del bienestar animal), filosóficas, cuestiones medioambientales, factores religiosos, problemas de salud y moda'.

De acuerdo con Diana De la Ossa, experta en Nutrició y Diétetica, 'dejar de comer grasas saturadas provenientes de la proteína animal es una manera de proteger nuestro sistema cardiovascular'.

'Existe evidencia respecto a las ventajas de seguir una dieta vegetariana o vegana; pero se deben consumir los nutrientes esenciales, compaginando el uso de suplementos y alimentos fortificados eficaces para evitar déficits en la alimentación', agrega Kuzmar.

El ‘plus’

El deportista Danilo Ocampo asegura que no se siente superior o inferior con este tipo de dieta, pero sí encuentra'un plus en cuanto a la resistencia, debido que mantenemos nuestros niveles de ácido úrico estables a causa de la restricción de la carne'.

Si usted quiere llevar una vida vegana, lo primero que debe hacer es acudir a un especialista en nutrición y esto con la intención de conocer sus requerimientos, explica De La Ossa.

Por su parte, el médico Diego Parra desmiente el mito de que las personas deben recibir una suplementación de vitamina B12 llevando a cabo este estilo de alimentación.

'Las semillas como la linaza, el ajonjolí, o las nueces tienen precursores de la vitamina B12, es decir formas previas de esta y cuando llegan al intestino se convierte en B12, de ahí tenemos todas las reservas y en muy buena cantidad'.

Kuzmar indica que en comparación con una dieta omnívora, como la Mediterránea, 'al excluir alimentos de origen animal implica la aparición de riesgos nutricionales, presentando déficit energético. Aunque se han reconocido ciertos beneficios en la salud de los veganos y vegetarianos, a menudo los patrones alimenticios no son saludables porque pueden carecer de variedad, no necesariamente la dieta es baja en grasas y puede ser inadecuada energéticamente'.

Sustitutos nutricionales

Por otro lado, el calcio es importante para los dientes y huesos fuertes por ello, advierte Nicoleth Velásquez, nutricionista dietista con 16 años de experiencia, si se renuncia a los productos lácteos 'es necesario un sustituto lácteo fortalecido como la leche de soja o semillas zumos de frutas, cereales o tofu con calcio añadido'.

'La edad es indiferente para elegir este estilo, hay familias enteras veganas desde su nacimiento. Lo inadecuado es hacerlo como una moda siguiendo estilos de vida de personas de la farándula, hay que hacerlo con consciencia, orientación nutricional e iniciando de una manera responsable para ver reflejados los resultados en la salud', agrega.

En algunos países se calcula que el 35% del número total de vegetarianos son veganos, apunta Kuzmar. 'Las personas que siguen estas dietas se someten a posibles deficiencias de macro y micronutrientes a diferencia de los vegetarianos, que si realizan una dieta bien combinada pueden aportar toda la energía y los nutrientes necesarios para lograr la función apropiada del organismo, garantizando un correcto crecimiento y desarrollo'.

Velásquez recomienda que cada seis meses se realice un chequeo de exámenes de laboratorio 'para evitar deficiencias y actuar a tiempo para cubrirlas'.