Compartir:

Le brillan los ojos y se le nota la admiración. La laureada actriz española Maribel Verdú no disimula su favoritismo por Guillermo del Toro, el mexicano que este domingo compite por el Óscar a mejor director con la aclamada 'La forma del agua'.

Vestida de blanco y con unas gafas de sol negras que cubren buena parte del rostro, la madrileña recuerda con cariño su experiencia en el rodaje de 'El laberinto del fauno', el filme fantasioso sobre la posguerra civil española que en 2006 impulsó la carrera cinematográfica de Del Toro.

En la película, la actriz de 47 años interpretó a Mercedes, una empleada doméstica de corazón republicano infiltrada en la casa de un cruel y sanguinario capitán franquista.

Desde el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), en la joya colombiana del Caribe, donde se le rindió tributo a su carrera, Verdú celebra las 13 nominaciones de la última obra del cineasta mexicano y hace un breve repaso sobre su actualidad y su futuro.

También aprovecha para hablar sobre su más reciente papel en la comedia 'Sin rodeos', del taquillero director español Santiago Segura, que relaciona con los escándalos de acoso sexual en Hollywood, un lugar que sigue sin trasnocharla.

A continuación extractos de la entrevista con la AFP de la dos veces ganadora de los Premios Goya.

Del Toro es uno de los más opcionados a ganarse el Óscar a mejor director. ¿Es la cereza que le hace falta al pastel de la carrera del mexicano?

Guillermo es un ser grandioso en todos los aspectos, es grande en todos los aspectos. Es de una humanidad increíble, tiene un talento extraordinario, es generoso, y se merece esto. Y no es que le falte, porque él seguiría feliz haciendo sus cosas, pero es verdad que puede ayudar mucho... Tanto (Alejandro González) Iñárritu como (Alfonso) Cuarón ya han tenido los suyos, ahora le falta a Guillermo, y sería un cierre precioso.

A mí me encantaría que se llevase muchos Óscar esa película, porque además es mi favorita, pero por lo menos, como los Bafta, que se lleve el de mejor director, pero ojalá se lleve más, ojalá.

Hace días promocionaba en España 'Sin rodeos'. Ha dicho que su papel de Paz es una bofetada al machismo. En tiempos de denuncias de acoso y violaciones sexuales en el mundo del cine, ¿qué importancia puede tener esta interpretación?

Es un papel que ojalá muchas mujeres se atreviesen a hacer. Afortunadamente -a partir de 2017- creo que ahora se nos va a proteger de otra manera y que ahora podemos estar tranquilas, y podemos de repente denunciar cosas que pasen en el momento sin tener que esperar.

Ahora tenemos voz y podemos hacerlo, y este papel es un papel que lucha contra las injusticias, contra el abuso de poder, y contra el estar como un cero a la izquierda, ninguneada toda la película, y un día no puede más y decide soltarle a todo el mundo lo que piensa. Y me parece maravilloso.

¿Qué significó para usted el reconocimiento a su carrera y la entrega de la estatuilla India Catalina en el FICCI?

Es un regalo, son regalos inesperados que te hace la vida y que agradezco profundamente. Y no solo porque es mi amiga Catalina (en referencia al premio), sino por lo que yo sentí cuando entré en ese teatro ayer (el viernes pasado) y la reacción de la gente, lo que fue, es que lo recordaré siempre, porque fue algo único, mágico, increíble... fue una cosa... como si les hubieran pagado para hacer eso. Como: 'tenéis que hacer esto para que ella se sienta bien'.

Sigue sin trabajar en Hollywood...

No se han dado las circunstancias, no soy suficientemente ambiciosa como para haber aprovechado los momentos que me llegaron de allí, porque también eran proyectos que no eran hacer 'El laberinto del fauno', no era hacer películas en las que yo puedo dar de verdad todo lo que tengo adentro y pueda regalarlo luego al público. A veces me arrepiento, digo qué tonta fui, porque pude haber hecho caja, pero no lo hice y pues qué se va a hacer.

Feliz con mi vida y con lo que he logrado, que es ser consecuente a lo que yo quiero, a mis principios, y a mi forma de trabajar.