Compartir:

La alfombra roja de los premios Óscar, los primeros después del escándalo de acoso sexual en la industria del cine, se tiñó de negro mucho menos de lo esperado como forma de protesta, con una predominancia de tonos pálidos y algunos estallidos de color.

Después del negro que acaparó tanto los Globos de Oro como de los Baftas, y de las rosas blancas por la igualdad en los Grammy, las estrellas de Hollywood no adoptaron un código de vestimenta en la mayor fiesta de la temporada anual de premios.

Rojo triunfo

Rojo brillante, por ejemplo, eligió Allison Janney, la ganadora del Óscar a la mejor actriz de reparto por su encarnación de LaVona, la abusiva madre de la patinadora artística Tonya Harding en la película biográfica 'Yo, Tonya'.

'Interpretar a esta mujer fue más disfrutable de lo que había pensado', le dijo al canal E! al llegar a la gala con su llamativo Reem Acra con mangas sueltas, escote pronunciado y muchos diamantes.

Con un Christian Dior también rojo y muy parecido desfiló la consagrada Meryl Streep, quien ya rompió todos los récords con sus 21 nominaciones, esta vez por su protagónico en 'Los archivos del Pentágono'.

La actriz transgénero Daniela Vega, protagonista de la chilena 'Una mujer fantástica', que se llevó el Óscar al mejor filme extranjero, impactó con su vestido largo color fucsia con cola.

Morado fue el tono elegido por Ashley Judd, una de los rostros de los movimientos #MeToo y Time's Up, símbolos de la emancipación de las mujeres en el Hollywood post Harvey Weinstein, el magnate de la industria defenestrado tras decenas de acusaciones de abuso sexual.

Judd, una de las primeras en denunciar a Weinstein el año pasado, llegó acompañada de Mira Sorvino, otra de las víctimas del superpoderoso productor.

'Quiero que la gente sepa que este movimiento no se detiene', dijo Sorvino, de rosado. 'Queremos llevar nuestro activismo y nuestro poder a la acción'.

El toque mostaza

La gama de los crema y los nude dominó la velada más allá de los destacados azules de Helen Mirren y Jennifer Gardner, y del impresionante Rodarte amarillo mostaza de Greta Gerwig, la nominada directora de 'Lady Bird'.

Allison Williams, revelación de '¡Huye!', una de las primeras en llegar, marcó la tendencia con un Armani color crema. Bastante más audaz fue Salma Hayek, casi envuelta en diamantes y con un Gucci rosado con muchos volados.

La diva Jane Fonda apareció despampanante en un Balmain blanco con escote geométrico. También se lució Laura Dern, otra de las presentadoras de la noche, con un Calvin Klein con un moño en un hombro. Y Margot Robbie, la 'hija' de Janney en 'Yo, Tonya', celebró llevar un clásico Chanel de hombros descubiertos.

De negro, ninguna superó a la puertorriqueña Rita Moreno, que celebró sus 86 años en diciembre y llevó el mismo diseño con el que ganó hace 56 años su Óscar por el musical 'Amor sin barreras'.

'Este es el vestido que llevé en 1962 cuando gané mi Óscar. Lo hicieron en Filipinas', dijo en la alfombra roja sobre el diseño sin tirantes y con una falda de flores doradas con fondo negro.

Pajaritas negras, chaquetas blancas

Entre los hombres primó el clásico traje y pajarita negra como el que llevó Sebastián Lelio, el director de la ganadora a mejor cinta de habla no inglesa 'Una mujer fantástica', pero también hubo algunos apuntes de originalidad.

El nominado a mejor director por la sátira racial '¡Huye' Jordan Peele optó por una elegante chaqueta blanca.

La estrella de su película, el británico Daniel Kaluuya, también nominado, vistió una llamativa chaqueta marrón con solapas negras.

Uno de los competidores de Kaluuya, el joven en ascenso en Hollywood Timothee Chalamet ('Llámame por tu nombre'), se distinguió con un traje completamente blanco y el mejor accesorio: su madre.

James Ivory, guionista del film, homenajeó el trabajo de Chalamet vistiendo una camiseta con la cara del actor.