Aún se debate si Nicanor Parra (1914–2018), el legendario, el de tono garcíalorquiano, fue la mente maestra de aquella poesía rupturista, que él mismo calificó como 'estrambótica, más o menos destartalada': la antipoesía.
El poeta chileno, fallecido el pasado mes de enero a los 103 años, será homenajeado hoy en la Universidad del Norte, en el marco del Día Internacional de la Poesía, celebración propuesta en 1998 por la Unesco con el fin de consagrar la palabra esencial y la reflexión sobre nuestro tiempo.
La obra de Nicanor
Es que este matemático y físico chileno, reconocido por su crítica hacia el poder político y el clero, marcó fuertemente la poesía hispanoamericana con su estilo extravagante y transgresor. El mismo se autodenominaba 'poeta entre dos fuegos'.
'La postura de poeta cavernícola no me disgusta y por desgracia no lo soy. Para contentarme me convierto en un organizador de absurdos... los reduzco a teoremas, los hago bailar en la cuerda floja de lo espectacular. Así nació ese juego público y privado que llamamos ‘El Quebrantahuesos', explicaba Parra en una entrevista hecha en 1959.
Fue Premio Nacional de Literatura (1969) y Premio Miguel de Cervantes (2011), autor de más de una veintena de poemarios, entre los que se destacan su antología más completa integrada por los dos tomos de Obras completas & algo y Poesía soviética rusa.
'Parra fue un gran revolucionario de la tradición poética en la lengua española por su prosaísmo, por apelar a temas de la más cruda vida cotidiana que no figuraban en la poesía', comentó el poeta barranquillero Joaquín Mattos Omar.
Algunos como Roberto Bolaño, Harold Bloom y Niall Binns lo calificaron como 'uno de los mejores poetas de Occidente' y no era para menos. Por eso la necesidad de traducir sus obras al inglés, francés, sueco, ruso, checo, finlandés y portugués.
Sin embargo, su agresividad e ironía, por supuesto, no ha dejado de irritar a muchos, pues Parra ha sabido bajar la poesía del pedestal, anular ese aura refinada e incrustar recursos del absurdo, el humor y la cultura popular. Otros, como el poeta y narrador colombiano Juan Manuel Roca, consideran que 'está sobrevalorado'.
'Parra me parece un buen poeta pero un tanto sobre-valorado. Hay poemas suyos que me gustan mucho, como La víbora, Los vicios del hombre moderno o Soliloquio del individuo, pero otra buena parte de su obra me parece que se queda en la ocurrencia, en el chascarrillo casi tan básico o elemental como sus objetos visuales', opinó Roca.
'Ahora, ese supuesto invento de la anti-poesía, es una forma poética que ha existido desde siempre, aún en el ciclo clásico. Hay anti-poesía en poetas como Quevedo o Villon. Esto no se le puede escriturar a Nicanor', añadió.