Hay quienes dicen que no se conoce el valor del agua hasta que falta. Este preciado líquido es indispensable para satisfacer necesidades humanas relacionadas con la hidratación, el baño, la alimentación y la limpieza, entre otras que son vitales para el desarrollo digno de cualquier individuo. Esto, sin contar lo importante que resulta en general para los animales y las plantas.
La Organización de las Naciones Unidas señala que, en la actualidad, más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable. Esta situación les obliga a recorrer largas distancias buscando fuentes lejanas y enfrentarse a problemas de salud por el consumo de agua contaminada.
Desde 1993 la ONU celebra el Día Mundial del Agua cada 22 de marzo, con el fin de destacar la importancia del líquido como un elemento esencial del desarrollo sostenible. Según la organización, los recursos hídricos juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. Por esta razón, uno de los desafíos del milenio para la entidad es que entre los gobiernos se desarrollen estrategias para preservar las fuentes de agua dulce en el mundo.
'Se delimitaron 30 de los 37 páramos que hay en el país y que son fuente primordial de agua; tenemos 9 humedales de categoría internacional Ramsar que suman más de 1 millón de hectáreas y esperamos dejar el país con 10 humedales en total, entre ellos el río Bita, en Vichada, uno de los más conservados del país, con una riqueza inmensa de fauna y flora', expresó el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, sumándose a la campaña de la ONU para este año 'La respuesta está en la naturaleza'.
Según información de esta entidad por la abundancia de este recurso en Colombia se ignoran los ciclos del agua y las personas incurren en malas prácticas en su uso racional.
Luis Carlos Gutiérrez, vicerrector de Investigación de la Universidad del Atlántico, señala que en el planeta la cantidad de agua es la misma desde que se tienen mediciones. Sin embargo, no tiene la misma distribución en todo el mundo, debido a que existen zonas más húmedas y otras más secas. Esto, dependiendo en gran medida de la abundancia o escasez de lluvias.
'El agua se presenta en diferentes condiciones, como hielo y nieve en las altas montañas, en la atmósfera, subterránea, salada y el agua dulce que emerge de ríos, lagos y ciénagas. De todas las formas de extracción del agua, esta última es casi disponible para el consumo humano, no requiere mucha tecnología, tratamiento y su potabilización es mucho más barata, pero representa casi el 1% del agua disponible del mundo', manifestó.
Gutiérrez explica que por ser Colombia un país del neotrópico presenta ciclos muy dinámicos con relación al agua. 'En el Caribe colombiano hay de seis a siete meses de sequía y de cinco a seis meses de lluvia. La cantidad de agua que llueve en muchos sectores es menor a la que se evapora, y ese balance negativo se conoce como déficit hídrico. El 80% del Caribe lo presenta, y en el Atlántico solo Manatí, Repelón, Santa Lucía y Luruaco tienen algunos años de balance positivo. Estos fenómenos extremos de sequía y lluvia en los últimos años han tenido cambios en la frecuencia e intensidad, asociados al cambio climático global, aclaró.
En el Atlántico tiene su desembocadura el colosal río Magdalena, que en Bocas de Ceniza se une al mar Caribe.
Humberto Ávila, director del Observatorio del Río Magdalena de la Universidad del Norte, explica que desde allí investigadores de diferentes áreas miden el caudal, salinidad, transporte de sedimento y erosión de orillas del río.
'Hacemos una caracterización del río y desarrollamos un modelo numérico para evaluar las condiciones hidrológicas, hidráulicas y dragados entre Calamar y Bocas de Ceniza'.
Para Ávila, si en el Atlántico y Barranquilla se busca aprovechar el río, primero es necesario conocerlo. 'Hacer las mediciones sirve para identificar cómo se comporta el río, previniendo futuras inundaciones y sequías(...)Las mediciones son el inicio de cualquier estudio para hacer intervenciones', añadió.
Contaminación
Ávila sostiene que el río tiene contaminantes que por la cantidad de agua –en algunos sectores–no son detectados.
'Las basuras, minería no controlada y las descargas de aguas residuales de las ciudades son contaminantes. Muy pocas urbes tienen plantas de tratamiento de estas aguas (Barranquilla tiene). Por ello, el control debe hacerse a nivel nacional para evitar la degradación de los sistemas', añadió.
Luis Carlos Gutiérrez especifica que la actividad agrícola, industrial y domestica también han puesto en riesgo la utilización de los recursos naturales en Colombia.
'El río Bogotá se ha ganado un puesto de deshonra como uno de los mas contaminados del mundo, en el Caribe el Río Cesar ya se ha declarado en emergencia sanitaria por contaminación. La Ciénaga Grande de Santa Marta hoy está en peligro y la carga orgánica, microbiológica y de metales pesados del Río Magdalena supera los estándares. Esto obliga a hacer mayor inversión', enfatizó.
Lago El Cisne
La Ciénaga Rincón o Lago El Cisne, se ubica al Norte del Atlántico y hace parte de la cuenca hidrográfica de la ciénaga de Mallorquín. Según la Corporación Autónoma Regional del Atlántico uno de los principales problemas que afecta a este cuerpo de agua es el avance de la zona de expansión urbana de Barranquilla hacia la ladera occidental, en donde se eliminaron las áreas de amortiguación colindantes con la avenida Circunvalar y desaparecieron las zonas de recarga con las que se alimentaba la cuenca baja en época de estiaje (nivel de más bajo caudal). Es decir, con el aumento de pavimentación se aceleró la velocidad de la escorrentía de las aguas en época de lluvias y se disminuyó la absorción, secándose por completo la ciénaga. Después de múltiples esfuerzos para su recuperación, se realizó una rectificación y limpieza, dragado de la ciénaga para remover sedimentos y por último un llenado artificial. Según la CRA el cuerpo de agua sigue en recuperación y no se puede hablar de contaminación dado que no hay soportes técnicos que lo demuestren.
'Hemos realizado monitoreos físico químicos, microbiológicos e hidrobiológicos en 10 meses continuos para analizar la calidad del agua encontrando resultados satisfactorios(...)la última medición se hizo a inicios de marzo de este año, los resultados se darán a conocer en los próximos días. En el lago se han encontrado grandes cantidades de mojarras, cerca de 100 por atarrayazo, es una población importante de estos peces', señaló su portavoz. Por otro lado, Gutiérrez recuerda el caso del lago, cuyo deterioro se dio en un periodo menor a cinco años y su restauración esta proyectada a 'no menos de 30 o 50 años'. Afirma que hasta ahora se ha logrado recuperar el paso de agua pero todavía falta una degradación de la materia orgánica acumulada en su fondo. Este, dice, es uno de los grandes retos ambientales que tiene Barranquilla frente al agua.
