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El estallido de la Primera Guerra Mundial sorprendió en alta mar al vapor alemán Prinz August Wilhelm (PAW). 'Con una capacidad de 5.000 toneladas y en el que podían viajar hasta 791 pasajeros; tenía 117,3 m de eslora, 13,7 m de manga y 13,4 m desde la parte superior de la quilla a la cubierta de paseo', como consta en el libro De la gloria al olvido, de Enrique Yidi y Álvaro Mendoza.

Con todo ese esplendor el portentoso barco buscó refugio en aguas neutrales colombianas, 'primero en Santa Marta y luego en Puerto Colombia, desde el 12 de noviembre de 1915. Antes de la guerra, conectaba Nueva York con distintos puertos del Caribe, en servicios de línea y recreacionales, hacía escalas en Cuba, Haití, Jamaica, Colombia, Panamá y Costa Rica', explica en un artículo Juan Guillermo Martín, antropólogo y director del Museo Arqueológico de Pueblos Karib (Mapuka) de la Universidad del Norte.