¿Qué fueron, qué son y qué serán en cuanto a identidad, comportamientos y lenguas las comunidades indígenas que aún sobreviven en el Caribe colombiano?
Estos interrogantes son analizados desde ayer en la Universidad del Atlántico por varios expertos e integrantes de comunidades indígenas, en el marco de la Semana de las Lenguas. Sin duda una forma de no olvidar de dónde venimos y la multiculturalidad que posee nuestro país y nuestra región.
En una conferencia, el antropólogo Fabio Silva Vallejo, magíster en estudios del Caribe y director del programa de Antropología de la Universidad del Magdalena, explicó que en el Caribe tenemos nueve lenguas vivas y 14 grupos indígenas, contando a los Raizales de San Andrés y aquellos que buscan su reivindicación como los Mokaná, Kamaansh-hu y Cariachiles.
'Los grupos sin lengua son los Zenú y Kankuamos. Es muy difícil recuperarlas porque no hay hablantes, literatura o escritos. Si no hay hablantes es imposible', dijo.
En el país hay 102 pueblos indígenas de los cuales 18 están a punto de desaparecer. En total 64 lenguas amerindias y 13 familias lingüísticas. Curiosamente, varios artículos de la Constitución buscan su protección.
Factores de riesgo
En la Carta Magna no hay un artículo que se refiera a la protección de la guerra, paramilitares, el proceso de pasar a ser campesinos y la misma religiosidad. Elementos que han contribuido de una forma u otra a que sus culturas cambien, dejando de pertenecer y olvidando sus propias dinámicas.
'No existe una sociedad que no esté relacionada con lo religioso', indicó Silva, es por ello que la Iglesia cristiana fue el espacio para llenar 'y se volvieron mediáticas'.
'Esa misma función se vuelve dogmática con el tiempo: tiene que hablar, pensar y ser así. Por lo cual ya no se pueden hacer actividades y sistemáticamente se despoja a esas personas de sus saberes', agregó.
Dentro de las pérdidas que ‘se ven venir’ está la lengua de los Chimila, que en palabras de Silva, 'si no se le pone atención se perderá porque tienen una reducción tremenda'. Eso para él obedece a olvidos del Estado porque 'van asumiendo otros procesos como ser campesinos, y se sacan del espacio por lo cual pierden su lengua y pasan a engrosar el español'.
Asimismo, la expulsión sistemática que se hizo de sus territorios, en muchos casos por la violencia y grupos paramilitares, obliga a una comunidad que al trasladarse –con toda su cultura– genera una apatía a sus lenguas por buscar ser parte de.
'Se queda solo en los programas o las propagandas. Uno no ve una política clara para el fortalecimiento de las comunidades, sobre todo para aquellas que están más débiles, por ejemplo los Emberá Katíos, Yuko Yukpa o los Chimila, que son comunidades en un estado delicado no solo de la lengua sino de la dignidad como sujeto de derecho que son'.
De los Chimilas, por ejemplo, que quedan cerca de 1.700 integrantes, Silva aseguró que 'son los más sufridos' debido a que son el grupo más devastado por todos los procesos de colonización. Ellos tienen fragilidad cultural, un olvido sistemático del Estado, impacto negativo de las iglesias cristianas y consecuencias fatales del paramilitarismo.
'Todas las comunidades deben su deterioro, en parte, al paramilitarismo', apuntó.
En el caso de los Yuko Yukpa, de cerca de 5 mil integrantes, Silva hace referencia a 'un pueblo con deterioro continuo por el alcoholismo, que pasó de ser nómada a sedentario con pérdida sistemática de sus valores'.
Respecto a los Kankuamos, que no tienen lengua, han sido azotados constantemente por la violencia y se encuentran en un proceso de campesinización continua de sus cerca de 12 mil integrantes.
Otros que también perdieron su lengua hace mucho tiempo son los zenúes, 'uno de los pueblos más pobres que hay, sin ningún tipo de organización y un problema grave de reconocimiento', según el investigador.
'Debe haber una sociedad en la que las comunidades indígenas tengan valor, conciencia. Ojalá la gente tenga claro que hay otras personas con derechos y es eso la base de una sociedad multicultural', finalizó el antropólogo.
Hoy
El evento continúa hoy con el conversatorio ‘Palabras ancestrales’, a las 8 de la mañana, y la conferencia con el fotógrafo Carlos Londoño sobre ‘La fotografía como herramienta etnográfica’, entre otros actos.