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Abogado, diplomático, escritor, periodista: Ronan Farrow, niño prodigio y único hijo biológico de Woody Allen y Mia Farrow, es un torbellino cuyas investigaciones sobre el acoso sexual derribaron a hombres poderosos en Estados Unidos y le valieron un Pulitzer.

Farrow, de 30 años, es el autor de explosivos artículos en la revista The New Yorker que tumbaron al poderoso productor de cine Harvey Weinstein, denunciado por más de 100 mujeres por acoso, agresión sexual o violación, y le valieron el mes pasado el premio Pulitzer al servicio público, compartido con dos periodistas del New York Times.

Su pelea en defensa del movimiento #MeToo nacido de estos escándalos no acabó ahí: el lunes, otro de sus artículos en el cual cuatro mujeres relatan haber sido golpeadas y abusadas por el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, provocaron su caída.

La lucha por acabar con la protección de hombres poderosos que abusan de mujeres tiene en su caso un lazo personal: desde hace años su hermana Dylan asegura haber sido agredida sexualmente por el padre de ambos, Woody Allen, cuando tenía siete años.

Mia Farrow denunció públicamente el presunto abuso de Dylan en medio de una disputa legal con Allen tras su separación cuando descubrió que el cineasta tenía una relación secreta con una de sus hijas adoptadas, Soon Yi-Previn, 34 años menor que Woody Allen.

La justicia no halló elementos para juzgar al famoso director de cine por abuso de un menor, pero Mia Farrow, Ronan y casi todos sus hermanos -14 en total incluyendo a Soon-Yi- cortaron relaciones con él.

Woody Allen 'es mi padre casado con mi hermana. Eso me convierte en su hijo y en su cuñado. Esto es una gran transgresión moral', dijo una vez Ronan Farrow.

Allen niega fervientemente las acusaciones.

En 2013, Mia Farrow afirmó que el padre de su hijo Ronan era 'posiblemente' Frank Sinatra. La declaración corrió como pólvora en los tabloides, aunque luego la actriz la minimizó al tuitear: 'Miren, todos somos 'posiblemente' hijos de Frank Sinatra'.