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Venganza, muerte, marihuana, explosiones espectaculares. Pájaros de verano se estrenó ayer en Cannes, primero en una función especial para los medios de comunicación y después en la gala de la Quincena de Realizadores. El teatro Croisette recibió a los invitados especiales, entre ellos al múltiple galardonado en los principales festivales de cine del mundo, Martin Scorsese.

'La recepción de los periodistas en la proyección fue increíble, arrancamos los primeros aplausos de la Quincena de Realizadores ya que Pájaros de verano fue la primera cinta en exhibirse y hemos tenido un feedback muy positivo', explicó Cristina Gallego, codirectora del filme junto a Ciro Guerra.

Notas de prensa de diferentes medios del mundo ya hacen referencias de la cinta colombiana. Por ejemplo, Mathieu Macheret (de Le Monde) escribió: 'Comenzó como una ficción antropológica en dialecto indígena. La película se erige poco a poco en una especie de Scarface colombiana retomando algunos códigos de las películas de gánsters , más exactamente el esquema moral y scorcesiano de rise & fall (grandeza y decadencia) propias del género.

Con este y otros comentarios Guerra regresó a dar batalla con su óptica en la sección paralela más ambicionada por los realizadores en el Festival de Cannes. Hay que recordar que en 2015 El abrazo de la serpiente fue galardonada con el Art Cinema Award.

Junto a Cristina Gallego, productora de sus anteriores cintas, Guerra retrata la época de la llamada bonanza marimbera en los años 1970, cuando la explosión del comercio de marihuana trajo tanto dinero como violencia y ruina moral a los wayuu en La Guajira, la mayor comunidad indígena del país.

Antes del triunfal estreno de Pájaros de verano ambos directores le dieron una entrevista a Anna Pelegri, de AFP, sobre sus expectativas con este filme made in La Guajira. A continuación presentamos apartes de ese diálogo.