El productor cinematográfico estadounidense Harvey Weinstein, acusado por decenas de mujeres de agresiones sexuales, se presentó en la mañana de este viernes en una estación de policía de Nueva York para entregarse antes de una probable inculpación, constató la AFP.
Recibido por docenas de fotógrafos y cámaras de televisión, el magnate de 66 años no hizo declaraciones a su llegada.
Caído en desgracia hace casi ocho meses, en medio de las acusaciones que desataron el movimiento global #MeToo contra el acoso y la agresión sexual, se espera que su foto y sus huellas digitales sean tomadas en la estación policial antes de que sea transferido a un tribunal cercano y presentado ante un juez.
Según varios medios estadounidenses, el productor, que no había aparecido públicamente tras las primeras revelaciones en octubre sobre las agresiones sexuales que habría cometido, debería ser inculpado por una violación y por haber forzado a una mujer a hacerle una felación.
Desde las primeras revelaciones contra Weinstein, más de un centenar de mujeres entre las que se cuentan actrices como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow y Rose McGowan han afirmado que las acosó, que abuso sexualmente de ellas o incluso las violó.
Por las investigaciones del diario The New York Times y la revista New Yorker -recompensadas con el premio Pulitzer- se descubrió que Weinstein utilizó su poder para obligar a jóvenes actrices, o a aspirantes a serlo, para realizar sus fantasías sexuales, algunas veces haciéndose ayudar por sus empleados y comprando el silencio de sus víctimas con acuerdos de confidencialidad.
El caso provocó el surgimiento del poderoso movimiento #MeToo, que ha hundido a cientos de hombres poderosos en muchas áreas, empezando por el cine y la televisión, pero también en el mundo de la moda, la música, la alta gastronomía y los medios.