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En el mundo actual el desarrollo, innovación, importancia e impacto que las redes sociales tienen en la sociedad cada vez es más grande.

Twitter, Facebook, YouTube e Instagram, entre otras, se han convertido en herramientas tecnológicas y de comunicación efectiva que permiten la creación de comunidades y el intercambio dinámico de opiniones, pensamientos, ideas, sentimientos o emociones de manera instantánea, según lo define el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia.

De acuerdo con el estudio de consumidores digitales 2017 realizado por el Centro de Investigación de las Telecomunicaciones (Cintel), la actividad que más realizan los usuarios colombianos en la Web es estar conectados en las redes sociales con una participación de 88%. Le sigue el uso de chat (86%) y los mensajes (79%).

Es por eso que en plena época electoral y a un día de celebrar la primera vuelta de las elecciones a la Presidencia, los equipos de comunicaciones de los candidatos han establecido distintas estrategias en cada plataforma digital. Pero, ¿qué tan protagonistas han sido las redes sociales en la campaña presidencial?

Según comenta Sergio Llano Aristizábal, doctor en Comunicación con estudios de maestría en Dirección de Tecnologías de Información de la Universidad Oberta de Cataluña (España), 'una campaña política sin un apoyo en redes sociales está incompleta'.

Para él, los bloques informativos que actualmente prevalecen son 'bastante tendenciosos' y el nivel de participación 'es alto, pero muy sesgado hacia la defensa de los candidatos y poco hacia la construcción de propuestas de forma colectiva, las cuales se diluyen en las redes sociales en medio de la maraña de polarización de la discusión política actual en Colombia'.

Por su parte, Juan Carlos Gómez, doctor en Ciencias de la Comunicación Social con maestría en Estudios Políticos, opina al respecto que las redes sociales han cumplido un papel protagónico en el proceso electoral colombiano porque se han convertido en el 'nuevo espacio público que para hacer política evoluciona del mismo modo que las tecnologías que tiene el ser humano para comunicarse'.

Gómez resalta que quien entienda bien las características de cada tecnología que tenga a su disposición, podrá 'marcar diferencia entre los demás'.

Agregó que este papel protagónico de las redes 'va en reversa o en sentido negativo en la política' porque se está 'vaciando todo lo malo del ser humano para denigrar del otro'. El uso para él es perverso y se da 'porque las personas creen que son anónimos'.

En cuanto al equipo de comunicaciones de los candidatos, los consultados opinan que han utilizado un lenguaje planteado desde la oficialidad de la campaña en el que los mensajes son 'tranquilos y transparentes' para difundir las propuestas ideológicas que las personas necesitan, pero cuando se quiere hablar mal de los contrarios 'se acude a estrategias de denigración' donde no encaja el 'espíritu de la tecnología que tenemos'.

'Las campañas nunca van a aceptar esa denigración y es posible que ellos tampoco lo estén haciendo de manera oficial, pero sí hay quienes a través de las redes sociales están recurriendo a esas tácticas para hacer sentir miedo en un proceso electoral', aseguró Gómez.

Carlos Suárez, asesor en Marketing Político, advierte que las redes sociales son los canales más importantes de comunicación que han tenido los candidatos en las elecciones. Él menciona que este es el primer periodo electoral 'realmente digital en el país porque ya se saben utilizar las herramientas'.

Para Suárez, muchas campañas están utilizando esto como punto de partida para crear sus estrategias de mercado, 'no solo para comunicarse, sino para estudiar al elector. El 2018 es un punto de inflexión en el que el componente digital se convirtió en parte fundamental de las campañas políticas'.

Respecto a esto, Sergio Llano observa, por ejemplo, muy pocos tuits con ideas y propuestas claras sobre el país. 

'Este es un problema de todas las campañas. Son bastante ligeras', aseguró.

Suárez rescata otro uso de estas plataformas en las que se crean cuentas aliadas o de 'guerra', sin que necesariamente tengan 'un vínculo oficial' con las campañas, y que desarrollan estrategias en las que 'se calienta la campaña, se habla mal, se viraliza contenido falso o no comprobable de los contrincantes'.

Por último, Mauricio Jaramillo, consultor digital y director del medio Impacto TIC, sostiene que las redes sociales hoy no son campos de diferenciación como lo fueron en 2010. 'Ahora son uno más de los canales relevantes'.

Para él, las campañas aún están 'muy cojas' o 'pobres' en cuanto a su contenido porque siguen aludiendo a temas tradicionales sobre propuestas y promesas. 'No son atractivos ni para compartir porque no hacen parte de una estrategia real de marketing de contenido'.

'Solo lo comparten personas que están muy comprometidos con un candidato o que son fanáticos', agregó.