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Mezcle melón, papaya, piña, manzana, banano, uva y mango en trozos finamente picados. Bien podría bañarlos en leche condensada o helado. Sí, el resultado de eso es un tutti frutti, frío y provocativo, pero que en vez de saborearse, se escucha en un compilado discográfico repleto de una variedad de ritmos.

 El Tutti Fruty Vol 1. es el nuevo coctel musical de 18 bandas barranquilleras que saben cómo abrir el apetito de las nuevas sonoridades, un proyecto que se presentó ayer en el tradicional restaurante bar La Cueva con una recarga de rock, reggae, pop, ska, fusión de sonidos caribeños y electrónica.

'Este es un tributo a las sonoridades alternativas de Barranquilla. Es un mix de varios sabores y colores, todo un universo musical con sello Caribe', explica José Rebimbas, director de la iniciativa.

En este clásico costeño se combinan los dulces y cítricos del pop de José Matera, la coletera de Colectro, la atmósfera un tanto psicodélica de Cielito Drive, el folclor de Pernett, el reggae de Tubará y el rock ‘antisistema’ de Del Absurdo.

El compilado lo completan la dulce voz de La Margarita, la elaboración de sonidos que evocan el mar de Giova, el rock electrónico experimental de Carlos Roldán, así como las propuestas alternativas de Doris Vespa, Espeis Broders, Germán Ramos y su electrochalupa, Fondo Natural, Jose Reb, René Mazzilli, Tropickup, Son Broders y Emje Rose.