Entre 2014 y 2016 los bosques vírgenes perdieron cada año en el mundo 90.000 km2, una superficie equivalente a Austria.
A pesar de algunos esfuerzos para luchar contra la deforestación, casi 10% de los bosques primarios del planeta fueron parcelados, degradados o simplemente destruidos desde 2000, según un análisis de imágenes satélite presentado en una conferencia sobre 'bosques intactos' en Oxford.
En promedio son más de 200 km2 perdidos por día desde hace 17 años.
'La degradación de bosques intactos es una tragedia mundial porque destruimos de manera sistemática un elemento clave de la estabilidad del clima', comentó Frances Seymour, experta del World Resources Institute que participó en las investigaciones.
'Los bosques son la única infraestructura segura, natural, probada y abordable financieramente para capturar y almacenar el carbono', agregó.
Los bosques vírgenes tienen asimismo un papel crucial para la biodiversidad o la calidad del aire y del agua. Unas 500 millones de personas dependen de ellos para subsistir.
Al ritmo actual, los bosques primarios habrán desaparecido para 2030 en Paraguay, Laos y en Guinea ecuatorial, y para 2040 en República Centroafricana, Nicaragua, Birmania, Camboya y Angola.
'En un momento dado, podría no haber ninguna zona en el mundo que podríamos calificar de intacta', dijo Tom Evans, de la organización Wildlife Conservation Society.