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Llegada desde México para cubrir en Rusia el Mundial-2018, la periodista Mariana Zacarías ha sido víctima de agresiones sexistas tres veces en apenas 15 días.

La primera vez, un hombre intentó besarla a la fuerza mientras se preparaba para una intervención ante la cámara. Durante otro directo, un hombre le tocó los glúteos y la otra vez fue agarrada por un desconocido contra su voluntad.

'Es molesto, ofensivo y no debe pasar porque al final estamos trabajando y tiene que haber respeto, seas mujer u hombre lo mereces igual', denuncia.

Si bien en las calles que rodean la Plaza Roja el Mundial supone una fiesta en un ambiente habitualmente distendido, algunos aprovechan para excederse y hacer tocamientos a aficionadas presentes en el lugar.

Pero cada vez más las mujeres espectadoras del fútbol, coincidiendo con un momento en el que el movimiento #MeToo ha favorecido el combate contra las agresiones sexistas, denuncian gestos que hasta ahora podían ser guardados en silencio o banalizados como inevitables en eventos de este tipo.

Al menos dos periodistas de la AFP fueron víctimas de acoso sexual por hinchas desde el inicio del Mundial-2018. Una sufrió tocamientos contra su voluntad y luego fue levantada por los aires por aficionados eufóricos por un gol.

En internet proliferan vídeos que muestran cánticos sexistas y obscenos de aficionados o escenas de besos a la fuerza o manos que llegan más lejos de lo debido o de lo autorizado por la otra persona.

La AFP grabó a un hombre intentando atrapar a la periodista rusa Yulia Chatilova y luego dándole un beso a la fuerza en la calle Nikolskaia, el lugar favorito de reunión de los hinchas en Moscú.

'Se ha convertido en una especie de diversión,como un juego', lamenta Yulia Chatilova, que dice sentirse 'incómoda' en esa calle.

¿Un #MeToo en el fútbol?

Menos de un año después del inicio del movimiento #MeToo, que llama a las mujeres a denunciar las agresiones sexuales, Mariana Zacarías espera que el mundo del fútbol reaccione también ante el sexismo

'#MeToo es una revolución y la forma de poder alzar la voz para que el acoso en cualquier sector termine', explica Mariana Zacarías. 'En el caso del Mundial y lo que me pasó es también parte del movimiento #MeToo y ojalá algún día pare esta situación y todos aprendamos a respetar', estima.

Aliona Popova, al frente de la asociación feminista The W Project, estima por su parte que las agresiones sexuales superan el marco del Mundial y del movimiento #MeToo.

'Se trata de hacer campaña por derechos elementales y para que haya límites personales para todos', explica. 'Es algo bueno que se empiece un diálogo internacional sobre este tema gracias al Mundial', dice.