El músico barranquillero Julio Erazo y la partera tradicional de Guapi (Cauca), Eustacia Rodríguez, fueron los ganadores del Premio Nacional de Vida y Obra que otorga el Ministerio de Cultura.
Se trata del máximo reconocimiento a aquellos colombianos que a lo largo de su vida han contribuido de manera significativa al enriquecimiento de los valores artísticos y culturales de la nación, haciendo aportes sustanciales al desarrollo de la cultura y las artes, tanto por el trabajo que han realizado, como por el impacto que su obra ha tenido en el campo social y cultural en general.
En 2018, se recibieron 69 postulaciones para participar en la convocatoria, que fueron evaluadas por la terna de jurados conformada por el maestro Fernando Calero Aparicio, el fotógrafo Juan Mayr Maldonado y el investigador Alberto Enrique Abello Vives.
Sobre los ganadores
Julio Salvador Erazo Cuevas es uno de los más grandes compositores vivos de la región Caribe colombiana. Nació en Barranquilla el 5 de marzo de 1929, siendo el mayor de los hijos de la unión del pastuso José Ignacio Erazo París y Carmen Cuevas Vallarys, de Guamal (Magdalena), sus primeros maestros en la música.
'Recuerdo la voz maravillosa de mi madre, quien además de cantar tangos clásicos interpretaba como nadie el piano'.
Fueron estas primeras canciones en la voz de su madre las que lo llevaron a escribir Lejos de ti (1948), uno de los tangos más reconocidos en Latinoamérica, grabado por el grupo argentino ‘Los caballeros del tango’, bajo la voz líder de Raúl Garcés, narra el Ministerio de Cultura en un artículo que le dedicó en 2009.
En ese mismo texto también dijo que se consideraba oriundo de Guamal, Magdalena, lugar adonde llegó con apenas un año de edad.
Erazo Cuevas también fue proyeccionista de cine en un teatro en Santander, enfermero en el municipio de Tamalameque (Cesar) hasta la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, y maestro de escuela en el corregimiento de Buenavista, jurisdicción del municipio de San Sebastián (Magdalena), durante tres años.
Durante este tiempo conoció a Elides Martínez, quien posteriormente se convirtió en su esposa y madre de sus cinco hijos: Julio, Elides, Ignacio, Sara y Betty. Elides ha sido, además, musa de varias de sus más reconocidas composiciones, como: Te escribí una carta, Lejos de ti, Hace un mes y Celosa y guapa.
La terna de jurados conceptuó en el acta que: 'Este premio es un reconocimiento a la diversidad de las músicas de acordeón del Caribe colombiano. Al gran juglar y maestro de generaciones, con profunda incidencia en múltiples géneros musicales. Es un profundo, innovador en ese universo rítmico plural de la Colombia festiva que le da potencia a las expresiones culturales de las sabanas caribeñas'.
La otra ganadora, Eustacia Rodríguez de Mancilla, más conocida como ‘la vieja tacho’, es una mujer emprendedora, trabajadora y experta en partería que acaba de cumplir cien años. La caracterizan su solidaridad, compromiso, amor y respeto hacia la comunidad, con un carisma especial con las mujeres que están en labor de parto en el municipio de Guapi (Cauca).
Respecto a la decisión de otorgarle el Premio Nacional de Vida y Obra, el jurado indicó en el acta que: 'Es un premio a la vida, a la comunidad y a la persona, porque ‘el que nace con partera, nace en comunidad’. Es una tradición de las comunidades del Pacífico colombiano, que se relaciona con la salud, el medio ambiente y la cohesión social. Es un homenaje a la cultura, a sus raíces patrimoniales, a las prácticas ancestrales y un mensaje de esperanza para el futuro'.