'Voy a vivir la vida de otra manera
Voy a seguir quemándola de otro modo
Para cuando envejezca antes que muera
No viva solo, no viva solo'. Estrofa de la canción Me rindo majestad, de Adolfo Pacheco.
El padre Alberto Linero se ha convertido en una figura popular en el país gracias a la forma original y desenfadada con que aborda su vocación religiosa. Ahora, el sacerdote eudista que ofició decenas de eucaristías en la parroquia del Espíritu Santo, en el norte de Barranquilla, hace una revelación transcendental.
En una entrevista con la comunicadora social Paola Alcázar, que mañana será publicada por esta casa editorial, Linero confesó que decidió pedir la 'dispensa' de sus compromisos sacerdotales. En palabras coloquiales, el padre quiere 'colgar los hábitos' y comenzar una nueva vida.
De hecho, él había anunciado en algunas intervenciones que se encontraba en un año sabático, de reflexión, de replantearse otra forma de vivir sin sotana.
Ahora lo confirma con EL HERALDO, su casa hace casi 12 años y donde escribe una columna cada sábado en la revista Gente Caribe. Su espacio se llama ‘Temas del padre’.
'La carta (refiriéndose a la comunicación que le dirigió a su superior, el padre Jean-Michel Amouriaux) decía que quisiéramos iniciar un proceso de ver cómo me dispensa de mis compromisos sacerdotales', expresó Linero en un aparte de su diálogo.
Escuche aquí: El vallenato que citó el padre Linero para pedir la dispensa