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Sonaron los cueros. La timba alcanzó su clímax con una cátedra de salsa ofrecida por Ismael Miranda, Ray De la Paz y Hermán Olivera en la última gala de la edición 22 de Barranquijazz.

Una cumbre de soneros arrastró a los bailadores como un imán a la pista en el Salón Jumbo del Country Club.

Parejas de novios, esposos y amigos celebraron el Día del Amor y la Amistad con las explosivas notas de los instrumentos fusionados con las voces de estos gigantes, un resultado narcotizante para los amantes de la salsa.

—Avísale a mi contrario que aquí estoy yo, que venga para que aprecie sonoridad—, cantó con su inconfundible voz Hermán Olivera. Con ese verso provocador estallaron las congas y los timbales de la Orquesta de Alaín Pérez, que le dieron a la salsa el papel protagónico de la noche.