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La carrera en el modelaje para la barranquillera Paula Nieto arrancó en un salón de clases en el nuevo Colegio del Prado. Tenía 16 años y una amiga, María Camila Escolar, le propuso que se inscribieran en una agencia de la ciudad, Savants Models, dirigida por Jussef Morales.

Sus padres Eliécer Nieto y Beatriz Rojas recuerdan que en un principio la idea no les sonó mucho, pero terminaron accediendo cuando conocieron de cerca la agencia. Seis meses después, con algunas clases de pasarela y fotografía a cuestas, Paula Nieto debutó en el Barranquilla Fashion Week. Desde ese mes de noviembre del año 2013 su ascenso en la industria no ha parado.

De esa pasarela local, que el año pasado no se realizó y en este 2018 sus organizadores luchan por sacarla adelante, Paula inició el recorrido que hoy le permite poner en su hoja de vida que participó en el New York Fashion Week que recién termina. En total fueron cinco pasarelas principales y tres alternas en las que la modelo currambera de 1,80 metros y 21 años mostró todo su talento. Su silueta esbelta y rasgos latinos aparecieron en las agencias de noticias más importantes del mundo, luciendo diseños de marcas como Supima, Flying Solo, Naersiling, Manhattan Knights, RC Caylan, Chelsea and Walker y Leanne Marshall. Paula, junto a la sanadresana Anggie Bryan fueron las únicas colombianas que desfilaron.

Pero el camino, como era de esperarse, no ha sido para nada fácil. Primero tuvo que mudarse a Bogotá con 17 años para tener más oportunidades, entrenamiento, roce en pasarelas. Luego lanzarse a la Capital del Mundo y participar nada más y nada menos que en el concurso IMTA (Asociación Internacional de Modelaje y Talento) New York 2015. Allí se batió contra más de 1.500 modelos de todo el mundo y logró llevarse el primer puesto.

Adicionalmente ganó el primer premio como la modelo más solicitada en todo el evento. Entre 200 agentes 68 la pidieron para entrevistas. Desde ese momento Paula Nieto dejó de ser una modelo más que llega a probar suerte a la Gran Manzana.

En su único día de descanso después de una semana agotadora de desfiles, fotos y castings, Paula habló con EL HERALDO. El tráfico de Brooklyn era imposible de ignorar al otro lado de la línea telefónica, sin embargo, la buena energía de la barranquillera y su alegría expresa silenció los pitos de los carros que se oían al fondo.