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Octubre es sinónimo de dulces y disfraces. El último día del mes cientos de pequeños recorren las calles de sus barrios pidiendo golosinas mientras entonan el estribillo triqui triqui Halloween.

Hadas, superhéroes, princesas, piratas, vampiros, brujas y monstruos terminan con las calabazas atiborradas de dulces que, en su mayoría, son consumidos de forma desesperada por traviesos chiquillos que encuentran en las llamativas formas y colores de los caramelos, un festín que se da pocas veces al año. 

Sin embargo, expertos aseguran que el consumo de dulces en grandes cantidades puede acarrear problemas estomacales para los menores, por tener estos un sistema digestivo 'un poco más inmaduro'. 

'El estómago de los niños no tolera ciertas cantidades de aditivos. Estos alimentos pueden tener demasiada azúcar, colorantes y ser altamente procesados', señaló Nelly Castillejo Padilla, docente de la Facultad de Ciencias de la Nutrición y los Alimentos de la Universidad CES.

Consumo prudente

Consumir los dulces con prudencia en un periodo de tiempo adecuado es una de las sugerencias de Joaquín Armenta, endocrinólogo y presidente de la Federación Diabetólógica Colombiana. 

'Es recomendable que los dulces se consuman pausadamente y no todos en la noche para evitar molestias gástricas. Lo ideal es que se coman en varios días'. 

Para el especialista no es tan fácil cuantificar la cantidad de dulces apropiada para que los niños consuman al día, puesto que, el tamaño de los mismos varía. 

'Lo importante es que no se atraganten de dulces', recalcó. 

El médico Andrés Rojas, por su parte, explica que la obesidad infantil prende cada vez más las alarmas y es un problema de salud pública, por consiguiente, es una misión de los padres estar atentos y ser precavidos con el consumo de azucares en sus hijos. 

'El alto consumo de dulces puede afectar la salud de los niños, por eso se recomienda que tomen pequeñas raciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dos porciones diarias'. 

El médico explica que los dulces están contraindicados de manera absoluta en menores de 6 meses y debe limitarse en menores de dos años. 

'Es aconsejable estar muy atentos en el caso de pacientes diabéticos por la predisposición genética al desarrollo de esta enfermedad. Pueden darse con tranquilidad, pero de manera responsable en niños mayores de 2 años', anotó.

Los dulces y la caries

Una de las patologías orales más comunes es la caries. Esta es enemiga de los dulces por la facilidad con la que sus ácidos producidos por bacterias de la placa se depositan en las superficies dentales, explica la odontóloga Vanessa García. 

'Es importante que los niños lleven una dieta equilibrada de azúcares. Se recomienda que no coman dulces como onces, sino cerca de una de las comidas principales, para disminuir la cantidad de veces que expone sus dientes al ácido que produce las bacterias', aclaró. 

Halloween y la emoción que produce en niños y adultos es solo una vez al año. Convertirse en superhéroe o en el personaje que deseen, sin duda le da cierto 'hechizo' al Día de las Brujas. 

Caramelos, chocolates, chicles, bolitas, masmelos y demás delicias azucaradas le ponen su toque mágico a esta festividad, para el disfrute de los pequeños del hogar. Y aunque el dulce es casi inherente a la celebración, es aconsejable moderar su consumo para que una visita al doctor no haga que la fiesta se vuelva 'terrorífica'.