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Sus Marilyn y sus latas de sopa son parte de nuestra cultura, pero ahora el Museo Whitney de Nueva York ofrece una exposición con una visión más amplia y compleja de Andy Warhol, diseñada especialmente para un público nuevo. 

Treinta y dos años después de su muerte, aun pocos se atreven a mostrar los claroscuros del rey del pop art, que ha sido objeto de cientos de exposiciones y retrospectivas.

Bajo la curaduría de Donna De Salvo, quien trabajó con el artista durante los últimos meses de su vida, el Museo Whitney, especializado en arte moderno y contemporáneo estadounidense presenta la muestra.

Donna De Salvo recordó, durante la presentación de la exposición que se inauguró oficialmente el lunes, que la última retrospectiva en Estados Unidos fue en 1989 en el MoMA y 'cambió drásticamente nuestra visión de Warhol, pero también dejó preguntas sin respuesta'. 

'Sorprender con uno de los artistas más actuales que existen no es fácil', admitió Adam Weinberg, director de la institución.  

El museo ubicado a orillas del Hudson, en el Meatpacking District, intenta seducir tanto a los conocedores del artista como a quienes no se han acercado al también polémico personaje, dijo el funcionario. 

Para lograrlo, la exposición que ocupa tres pisos del museo repasa toda la carrera de Warhol, desde sus inicios como ilustrador publicitario hasta su viaje hacia la abstracción. 

La muestra estará hasta el 31 de marzo de 2019, y se moverá a San Francisco en mayo y a Chicago en octubre.