En China, donde hasta los alumnos más pequeños tienen actividades extraescolares, algunos padres están eligiendo para ellos una actividad casi subversiva, clases de baile hip hop.
En un academia de baile del centro de Pekín, un grupo de niños agitan brazos y piernas al son de la música, imitando a su joven profesora, tocada con una boina azul marino.
'Quiero que mi hijo sea más extrovertido. En la actualidad a los niños les falta audacia', explica Liu Li, el padre de un niño de cuatro años, un poco tímido, que empezó clases este año en la academia FunkAsista.
No es inusual que los niños de apenas tres años vayan a clases de inglés, de piano, de caligrafía o de música. Pero Liu quería algo distinto para su hijo, al que le cuesta integrarse en grupos. 'Quiero animarlo a ser más alegre y despreocupado', explica el padre, de 36 años.
El hip hop y el breakdance hicieron su aparición en China en el año 2000. Sin embargo no se hicieron populares hasta hace poco, gracias a los concursos de televisión.
Para algunos padres, este estilo de baile puede ser un remedio para la timidez. Otros ven en él una forma de expresión artística alternativa que sortea las normas sociales tradicionales.
'Todos los padres quieren que sus hijas sean educadas, encuentren un empleo estable, un buen esposo, se casen y tengan hijos', declara Ya Xin, una alumna de hip hop de 25 años.
Sin embargo, la joven dejó su tranquilo trabajo de funcionaria en una región y se mudó a Pekín para estudiar hip hop a tiempo completo.'Mis padres no estaban verdaderamente de acuerdo. Pero ellos ya no me mantienen, así que no me siento en deuda con nadie', explica.
Aunque ahora sea más conocido, el hip hop todavía no ha tomado las calles y sigue estando limitado a algunos locales, no como otros estilos de baile más tradicionales, presentes en el espacio público.
China tiene unas 5.000 academias de hip hop, según la asociación nacional de danza, que organiza exámenes de nivel para esa disciplina.
En otros países la cultura callejera, que incluye el rap y los grafitis, suele ser una expresión de los males de la sociedad, algo imposible en China, donde incluso los tatuajes y el maquillaje pueden ser considerados políticamente sensibles.
A principios de año, uno de los ganadores del concurso televisivo Rap of China estuvo en el punto de mira de los medios oficiales y algunas de sus canciones, que hablaban abiertamente de sexo o drogas, fueron censuradas en internet.
Sin embargo, en enero, el gobierno ordenó que las cadenas de televisión prohibieran en antena a los 'artistas tatuados', la 'música hip hop' y cualquier contenido opuesto a los valores del Partido Comunista Chino (PCC), en el poder.