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Cuando el espectáculo llegaba a las dos horas de duración, Roger Waters apenas había saludado al público en breves instantes, e hizo un alto en el camino de su concierto lleno de inmortales canciones y un show alucinante con una pantalla de video con más de 40 metros de alta.

El fundador y exintegrante de Pink Floyd, se tomó su buen tiempo para hablar no como artista, sino como el activista que desde hace muchos años ha sido, siempre en defensa de los derechos humanos, en contra de la guerra y la desigualdad. Esta vez, a su discurso le agregó el tema de la educación.

De un momento a otro, en aquella inmensa pantalla, apareció un gran cartel, ‘We do need more education’ (Necesitamos más educación) y al lado la firma de la Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (Unees).