Por Diana Martínez Natera
El Super Bowl es el espectáculo deportivo más importante de Estados Unidos. En él se miden los mejores equipos de fútbol americano buscando demostrar quién lleva la delantera en esta disciplina, sin embargo hay otra razón por la que es mundialmente reconocido: el espectáculo de medio tiempo.
Todo empezó en 1993. Luego de un fracaso de rating en la edición del año anterior, las directivas del evento se arriesgaron a invitar a Michael Jackson a amenizar el tiempo de descanso del súper evento nacional. Un gran giro de los pequeños y sencillos shows a los que estaban acostumbrados.
Como se esperaba, el espectáculo del Rey del Pop rompió el récord de audiencia con un total de 133 millones de espectadores y estableció una tradición que hasta ahora se ha mantenido y se ha convertido en uno de los grandes atractivos del evento.
Desde entonces, por el tiempo de descanso del Super Bowl han pasado incontables artistas de talla mundial, estableciéndolo como uno de los espectáculos musicales de más renombre en el mundo.
Solo en la última década, el espectáculo musical ha reunido un promedio de 115 millones de espectadores anualmente, convirtiéndose en uno de los más esperados por incontables fanáticos que cuentan los días para conocer cómo será la presentación.
Música y deporte
Durante 16 minutos el deporte pasa a segundo plano para abrir espacio a la música, los shows de luces y los fuegos artificiales, en donde incontables artistas –algunos más ambiciosos que otros– se miden ante críticos y admiradores. Si bien es cierto que algunas de estas presentaciones dejan mucho que desear, la mayoría se caracteriza por ser majestuosas demostraciones de talento que logran acelerar los corazones apasionados de todos los que tienen la oportunidad de verlos.
La excelente demostración artística que se lleva a cabo durante el descanso deportivo es prácticamente un éxito garantizado para los canales que pagan por tener la posibilidad de cubrir el evento en vivo, pues el espectáculo no solo acapara la atención de los presentes, sino de millones de personas alrededor del mundo que a veces solo sintonizan esos canales para apreciar el entretiempo sin interesarse realmente por la actividad deportiva.
Artistas como Lady Gaga, Bruno Mars, Beyoncé y Madonna han sido los encargados de amenizar los espectáculos de la última década, logrando un periodo de exitosas y sorprendentes presentaciones.
El encargado de amenizar el entretiempo de la edición 2019 del evento es el grupo Maroon 5, que tiene por delante el gran reto de estar a la altura de las presentaciones que han marcado estos últimos años.
Maroon 5 actuará el 3 de febrero en el entretiempo del gran partido en el Mercedes-Benz Stadium junto a los locales Big Boi y el rapero Travis Scott.
2011. Para este año se designó como encargado de amenizar el medio tiempo del Super Bowl al grupo Black Eyed Peas, quienes subieron la energía de la velada cantando sus mejores éxitos y emocionando tanto a presentes como a quienes disfrutaban del espectáculo por televisión.
2012. En uno de los shows más renombrados de los últimos años, Madonna, cargada de actitud y talento, se encargó de encantar a los espectadores con su puesta en escena. Este es considerado por muchos uno de los diez mejores entretiempos de la historia del Super Bowl.
2013. Sin bajar la vara que su antecesora se había encargado de dejar muy en alto, Beyoncé, que por esos días pasaba por momentos de duras críticas en su carrera musical, logró reivindicarse y quedar aun más ratificada como una de las mejores artistas del pop estadounidense. Ese año los espectadores apreciaron un espectáculo lleno de fuerza, reencuentros junto a grandes y conocidos éxitos musicales.
2014. Este fue un año más tranquilo pero no menos espectacular. Bruno Mars fue el responsable. Él optó por una presentación más minimalista, sin tantos efectos y explosiones, pero que dejó muy en claro que con su talento bastaba para hacer de esta edición una de las más memorables.
2015. En esta ocasión el turno fue para Katy Perry, que no decepcionó a sus fans pues, como acostumbra, su show estuvo cargado de excentricidades que resultaron divertidas, convirtiéndose algunas de ellas en tendencias que marcaron los disfraces predilectos de la celebración del Halloween de ese año.
2016. Este año tal vez no se destacó tanto como los anteriores, pero no por eso dejó insatisfechos a los espectadores que pudieron disfrutar de las presentaciones de artistas como Beyoncé y Coldplay.
2017. Nuevamente un show memorable, lleno de fuegos artificiales, y efectos especiales, que logro posicionarse como el favorito de muchos. Lady Gaga no decepciona y como muestra de ello fue este majestuoso espectáculo.
2018. Justin Timberlake ya había sufrido una situación polémica con el episodio en que accidentalmente arruinó el vestuario de Janet Jackson en el Super Bowl de 2003. Sin embargo, en esta nueva presentación logró sobreponer su imagen. Su puesta en escena fue impecable y borró de la mente de muchos el incidente anterior.