Sentados y rodeados de sus familiares en la última banca de la Catedral Metropolitana María Reina, estaban Andrea Jaramillo y Felipe Restrepo. Era el último ensayo previo a su gran día, su matrimonio.
En un costado las flores blancas y luces eran organizadas por varias personas y liderados por Emita Buitrago de Lapeira, la encargada de la decoración. Frente a ellos, los wedding planners de Casa de Novias, liderado por Andrés Cardona y Diana Dada, daban las indicaciones de cómo sería la entrada y los momentos previos a dar el sí.
'Las mujeres tienen sueños diferentes, y yo siempre soñé con casarme y tener una familia. Soñé con casarme en la Catedral porque mis papás se casaron aquí hace 30 años', dijo Andrea a EL HERALDO en medio del ensayo.
Ella con una camisa blanca y cabello recogido, él con una camiseta negra y bermuda beige escuchaban atentos mientras una que otra risa se escapaba. Al fondo sonaba una guaracha, era la prueba de sonido para la salida de la iglesia, una sorpresa carnavalera preparada por Carnaval S.A.S. y liderada por el coreógrafo Pedro Díaz.
'Yo estoy relajado', dijo Juan José Jaramillo, padre de la novia, antes de dirigirse a la entrada de la iglesia para practicar de la mano de su hija mayor la llegada al altar.
De un lado a otro iba Andrés Cardona. Revisaba el tema de la música, decía en qué momento debía entrar el novio junto a su mamá, la distancia que debían tener y dónde ubicarse posteriormente. Una ceremonia que él califica como 'apoteósica'.
'En la iglesia estará el coro Góspel de Barranquilla con 25 voces y los casará el padre Gabriel Jaimes, que es allegado a la familia', contó.
Ceremonia. Llevan planeando esto desde el 11 de junio del año pasado que Felipe, nacido en Cali, le propuso matrimonio a Andrea, reina del Carnaval de Barranquilla 2012. 'Y llegó el día, no lo puedo creer', aseguró.
'Es una decoración diferente. Aquí habrá muchos árboles, hojas y diminutas flores por todos lados', dijo Emita Buitrago.
Un 'primo hermano' del arco de flores del matrimonio de Meghan Markle con el príncipe Harry estará en la entrada. 'Me dijo que eso quería y lo haremos'.
Una selfi de padre e hija antes de practicar, unas cuantas risas y el ensayo de la 'técnica' para ir de la mano marcó ese camino. 'Si me da sustico le agarro la mano', dijo Andrea con gracia.
Ese vestido que llevará lo califica como 'diferente'. Es un diseño de Marchesa y el traje del novio elaborado por Lina Cantillo.
'Que fuera bailable fue de las primeras cosas, de hecho tengo videos con cada vestido que me probaba lo bailaba', y mientras explicaba cuán contenta estaba hacía muestras de mapalé y se agachaba, pasos que seguramente permitieron hallar el vestido correcto para disfrutar de la noche. 'Es mi esencia. No iba a permitir que un vestido o los tacones me la quitaran. Poder disfrutar uno de los días más importantes de mi vida era mi prioridad para escogerlo', agregó.
Al final de la ceremonia diferentes manifestaciones del Carnaval la recibirán en el camino que de la Catedral conduce a la Plaza de la Paz. Ella no sabe de qué trata, pero lo recibe como 'un regalo' de las personas que la acompañaron durante su Carnaval.
La fiesta. El catering de la celebración, que será en el salón Jumbo del Country Club, estará a cargo de Patricia Soto y Miguel Marenco.
'Tendrá una gran variedad de comida, desde una barra de ensaladas bastante extensa —porque Andrea es vegetariana—, hasta una mesa de postres, quesos, y picadas vallunas y costeñas', explicó Cardona.
Lina Babilonia y su bullerengue darán la bienvenida a los novios. Caribe Big Band junto a Nicolás Tovar harán parte de un momento solicitado por el padre de la novia. 'Le pidió que me compusiera una canción y es demasiado bella. Voy a llorar', contó Andrea.
La Banda de Baranoa tocará el vals y seguirá la orquesta Fusión Atlántico y Fausto Chatella. Además, habrá un invitado musical sorpresa.
'En el Jumbo se busca recrear un jardín. Un matrimonio bastante colorido. Flores de diferentes colores, mucho verde y muchos árboles para recrearlo', aseguró Cardona.
En medio de un beso sobre el mediodía de ayer, a horas de unir sus vidas, terminaron bajo la bendición de monseñor Víctor Tamayo, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Barranquilla, el ensayo de su matrimonio. Una barranquillera y un caleño que darán el sí en medio de un jardín con destellos de Carnaval.