Las musas de los juglares vallenatos que encantaron al género de historias y de mitos tomaron rostros de diosas en las obras de Carla Celia y Joaquín Botero, quienes reunieron a 11 mujeres protagonistas de canciones en una exposición que lleva por nombre Deidades/Leyendas.
Es así como la Diosa Coronada y Matilde Lina, de Leandro Díaz; Alicia Adorada de Juancho Polo Valencia; Joselina Daza, de Alejo Durán; Ada Luz, la Maye; la Brasilera, la Vieja Sara y la Patillalera, de Rafael Escalona; La Cañaguatera, de Isaac Carrillo y la Tomasita toman forma pictórica y estarán exhibidas durante dos semanas en la Casa Gases del Caribe de Valledupar.
Cada una en su mirada, en los elementos de su tocado y en los colores, manifiesta un carácter y personalidad basado en sus melodías. De esta manera, la música se convirtió en el motor inspirador de Joaquín y Carla, quienes más de una vez tararearon y cantaron las canciones de Leandro Díaz, Alejo Durán, Calixto Ochoa, entre otros compositores.
Y es que mientras Carla presentaba cada una de las deidades como si fueran hijas salidas de sus entrañas, cantó uno que otro verso de la canción que le correspondía a cada una.
'Toda la vida, mi papá era afiebrado total de los vallenato. Me sé la letra, los compositores, he ido a muchas festivales y hago parrandas vallenatas, porque es algo que me sale del corazón', dijo la también directora de Carnaval S.A.S. mientras observaba a las creaciones que hizo en conjunto con Joaquín, quien es su pareja, su cómplice y su aliado en proyectos artísticos.
Joaquín esculpió los rostros y expresiones, mientras que Carla fue la encargada de darle color y vida a cada una, así dos artistas se pusieron de acuerdo y fusionaron sus estilos.
'Ella (Carla) tiene un sentido del color y la alegría absolutamente contagioso que se ve reflejado acá. Yo soy un hombre blanco y negro, trabajo realmente el lápiz y lo traduzco en la escultura', así definió su unión Joaquín a quien conoció hace tres años en una subasta en Barranquilla.
Por su parte, Carla aseguró que los talentos de ambos en sus disciplinas artísticas hizo posible que fluyera 'la poesía' y la inspiración
'El proceso fue como un parto, nos demoramos ocho meses. El trabajo de la escultura es largo, puede tener una duración de 15 días y yo en pintura me demoré 10 días', recalcó.
De las 11 musas, La Diosa Coronada marcó el génesis de las deidades en un proceso que Carla describe como 'tímido', ya que aún se encontraba experimentando. Sin embargo, a partir de esta escultura se atrevió a darle rienda suelta a los colores y a la pintura popular, estilo que maneja en sus propuestas.
En la segunda semana de mayo las deidades y leyendas del imaginario de Carla y Joaquín estarán en Barranquilla, como una antesala de las próximas diosas que se unirán al grupo, ya que ambos artistas manifestaron que el propósito es seguir con las creaciones que nacieron de cantos del folclor vallenato.