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Sindéresis, esa era la palabra que una y otra vez le repetía Gabriel Eduardo Forero Sanmiguel a sus periodistas. 'Discreción, capacidad natural para juzgar rectamente', es el significado otorgado por el diccionario de la Real Academia Española a esa palabra.

Va de la mano con la descripción que el periodista Henry Forero hace de su papá. Él considera que este tolimense adoptado por Barranquilla y creador del Noticiero Forero Sanmiguel Informa (FSI) deja un legado inigualable: su vida periodística.

'Gabriel Eduardo Forero Sanmiguel fue un periodista de 65 años de ejercicio profesional. Estableció un estilo de la radio de independencia absoluta en Colombia, en especial en el Caribe', recuerda su hijo.

Una de sus 'ángeles', como llamaba a las mujeres de su equipo de trabajo, fue Dubbys Coronado. 'Lo recuerdo como un maravilloso ser humano que enseñó a trabajar con disciplina, amor y a ser vertical en las cosas para hacerlas bien', dice.

'Fue un gran caballero, un papá para quienes formamos parte de su equipo de trabajo; nos indicaba cómo hacer las cosas, no bien, sino perfectas. A eso nos enseñó, a no dejarnos irrespetar de nadie en ningún aspecto de la vida, nos cuidaba, infundía respeto para su equipo', dijo.

Don Gabriel, como le decían quienes trabajaron con él, falleció el lunes. Una isquemia cerebral agravó su estado de salud.

A Barranquilla llegó hace 52 años. Creó la Voz de la Costa, donde transmitía las noticias desde el lugar de los hechos.

'Un noticiero riguroso, que hacía gala de su inmediatez', asegura el periodista Osvaldo Sampayo, que compartió con él.

Por su parte, Belinda García, que fue parte de su equipo de trabajo, afirma que le dejó un gran aporte y legado a todos los comunicadores. 'Un hombre con formación militar, pero un corazón divino'.

'Fue un hombre honesto y recto que combatió siempre la corrupción y la politiquería. Luchó por Barranquilla, que aunque no fue su ciudad de nacimiento lo adoptó, fue su casa. Llegó a crear un estilo periodístico que todavía hoy lo respetan y recuerdan'. Ese es el principal reconocimiento de sus hijos Óscar, Fernando, Alberto, Jaime, Mario y Gabriel Forero Jaramillo.

En los noticieros de la época, destaca Sampayo, solo hablaban los directores. Don Gabriel innovó, tenía información desde la calle. 'Comenzó a dar el estado del tiempo, utilizó jingles, siempre con música alegre. Sí pasaba algo él tenía que estar ahí'.

De esos elementos particulares estaba la musicalización de entrada y los famosos caimanes. Respecto a lo primero, dice, 'mientras los otros noticieros tenían marchas de guerra, él usaba la del Llanero solitario'.

En cuanto a los ‘caimanes’, se trata de un adelanto a la tecnología de su época. Se trataba de la técnica para sacar una llamada telefónica al aire. 'Él tenía unos caimanes que se le ponían al teléfono, unas paticas a la bocina, se las ponías a la grabadora y parecía que estuvieras en vivo (...)Nosotros vivíamos en una época donde no había redes o cosas así, había mucho periodismo investigativo. Nunca aceptaba solo una parte, tenían que ser las dos', destaca García.

Hombre serio y contundente en sus creencias. Íntegro, de una sola pieza, nadie lo pudo comprar o callar nunca. Un hombre en toda la extensión de su palabra, coinciden varios de sus admiradores.

La fundación del movimiento Uno para todos en Barranquilla, fue su obra periodística. El mejor consejo, dice su hijo, Henry, fue el de ser honesto y recto toda la vida, nunca flaqueó ante la corrupción y la política. 

Además del periodismo, Gabriel Forero fue un hombre de mar toda su vida. 'La pesca y los caballos fueron parte de él además del periodismo'. 

Este martes, en el cementerio Jardines de la Eternidad lo despidió aquella generación formada bajo sus estrictas reglas y nobles enseñanzas y que hoy se dispone a educar, tal como él, a los que siguen en la profesión.