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Amasar, aplastar, freír, rellenar y sellar son los pasos que las adiestradas manos de las luruaqueras repiten incesantemente en el Festival de la Arepa de Huevo.

Estas mujeres, todas pertenecientes a la Asociación de Productoras de Arepa con Huevo de Luruaco (Asopral) llevan tres décadas resaltando la sazón especial que tienen las arepas de Luruaco y que no logra compararse con ningún otro producto similar.

'Es todo un proceso. Hay que saber hacerla porque se puede salir el huevo y no queda la arepa como debe ser. Si está muy aguada, por ejemplo, no aguantará el peso del relleno y se empezará a abrir, por eso no todo el mundo sabe hacerlas como aquí', explicó Luz Mery Rodríguez, una experimentada mujer que lleva 28 años dedicándose a la labor con este suculento alimento.

Mientras conversa, su cuerpo, casi de forma inconsciente, realiza el proceso de creación una y otra vez para complacer las demandas de las decenas de personas que se acercan a su carpa blanca a solicitar una prueba de la famosa arepa. La organización del Festival dispuso un total del 68 carpas para que los comensales que disfrutan del festival puedan recorrer los puestos y elegir en cual desean consumir.