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'A mí me enseñaron que el matrimonio era para toda la vida y uno no podía ir en contra de los designios divinos', dice Josefa Ramírez. A pesar de los hijos, la gente y el qué dirán, esta mujer, a sus 48 años, decidió ponerle fin a 30 años de matrimonio. En los que, según ella, hubo 'abandono e infelicidad'.

'La gente dice que estás muy vieja, que te quedes con ese marido, que ya se te pasó el tiempo. Pero el mundo ha cambiado y uno aprende también a quererse más', agrega.

Un caso similar lo vivió Luz Jabba, de 64 años, quien dio lo que ella describe como 'un salto al vacío'. Después de permanecer casada 32 años con el padre de sus tres hijos, tomó la decisión de divorciarse con la esperanza de empezar una nueva vida y ser feliz.

'A veces hay que poner el punto final. Cuando abres los ojos te das cuenta que se te pasó la vida siendo infeliz. Ves a tus hijos grandes, buscando su camino. A mi exesposo le di muchas oportunidades. En un punto de la historia decidí tomar las riendas', dice.

Es posible que usted recuerde a sus abuelos sentados uno al lado del otro siendo fieles al 'hasta que la muerte los separe'. Tal vez parezca impensable que esa devoción se contamine o se acabe por celos, rencores, falta de paciencia y 'demás frivolidades' de la era moderna. No obstante, los hijos de estas 'ejemplares parejas', conocidos como los Baby Boomers por haber nacido entre 1945 y 1964, sí han roto la promesa de 'en la salud y en la enfermedad', más aún que los mismos millennials.

Investigación

Un estudio de la Universidad de Maryland, dirigido por el sociólogo Philip N. Cohen, evidenció que la tasa de divorcios disminuyó 18% entre 2008 y 2016 en Estados Unidos.

La investigación le atribuye el resultado de esta disminución a que los millennials (nacidos entre 1980 y mediados los 90) se divorciaron menos que sus padres.

'El matrimonio se ha vuelto más selectivo y más estable en una época en la que las actitudes hacia el divorcio son cada vez más permisivas', dice el estudio.

El análisis mostró que la tasa de personas entre 18 y 34 años que se ha divorciado es un poco más del 10%, un porcentaje que se ha mantenido relativamente estable desde 1980. En contraste, más del 25% de personas por encima de 44 años se ha divorciado, un porcentaje que ha crecido un 10% desde 1980.

Para la psicóloga y terapeuta de parejas Daniela Cortés esto se debe a que en la actualidad las personas se casan menos pero más inteligentemente, cosa que no pasaba con nuestros padres, pues 'la concepción del matrimonio patriarcal ha cambiado'.

'Ellos crecieron en una sociedad que les exigía a los 30 años estar casados, tener una casa, tener hijos y un trabajo estable. Esa misma sociedad ahora le da prioridad a la realización personal. Por ejemplo, ser madre es solo una parte de ser mujer no es un todo y si una mujer en la actualidad decide no ser madre está bien, como quien decide serlo. Este cambio en los pilares familiares también se debe a la emancipación económica de la mujer', dijo.

Divorcios en alza

En Colombia las cifras de divorcios en el país están en alza, según datos suministrados por la Superintendencia de Notariado y Registro.

La entidad señala que este procedimiento ha presentado un incremento en los últimos años. En 2018 aumentó un 2% en comparación con el 2017.

En 2018 se registraron 24.231 divorcios en el país, de los cuales en el Atlántico 1.244 personas se acercaron a las notarías del departamento a tramitar sus divorcios, 922 de esos procesos se dieron en Barranquilla.

Según la entidad, durante el primer trimestre de 2019 se separaron 3.295 parejas y las ciudades donde se han registrado más divorcios son Bogotá, Cali, Medellín, Pereira y Bucaramanga.

Este año, durante los primeros tres meses del año se divorciaron 144 personas en el Atlántico, de los cuales 110 se produjeron en Barranquilla.

Según Julio Bayuelo, abogado de familia, la mayoría de estos trámites se realizan cuando ya la pareja lo ha intentado todo y la convivencia es imposible.

'La falta de comunicación es un factor que desencadena muchos problemas dentro de la relación. Los celos son algunas de las causales de divorcio, pero la principal razón por la que dos personas deciden separarse es la infidelidad', explica.

Un estudio del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana titulado 'Termómetro de la familia en la región Caribe', del que se divulgaron los resultados en 2018, determinó que la principal razón de separaciones en la Costa Caribe es la infidelidad con un 34%, seguido de la incompatibilidad con un 24% y el abuso verbal, físico y psicológico con un 17%.

Ana María Margarita Romero, directora de la entidad socializó, al dar a conocer los resultados, que en esta región del país el machismo es en parte responsable de las separaciones, pues muchas situaciones de infidelidad o violencia intrafamiliar se desencadenan como consecuencia de la normalización de estas conductas en entornos familiares.

Redes sociales

Para la psicóloga Tania Iglesias, docente de Psicología de la Universidad del Norte, el funcionamiento de muchas dinámicas sociales se ha visto mediado por las redes sociales. Esto ha generado cambios complejos en la sociedad y en las parejas, incluso en las que tienen mucho tiempo juntas.

'Los tiempos han cambiado. El internet y las redes sociales han modificado las dinámicas de las relaciones. La mujer también ha cambiado y su autonomía le da un papel mucho más demandante'. Para Iglesias era muy común que en un matrimonio la mujer dependiera del hombre económicamente, esto, por consiguiente, la ubicaba en una posición de sumisión en la relación de pareja.

Sin embargo, Iglesias asegura que en consultas de pareja el principal problema de los matrimonios es la falta de comunicación e irrespeto por la individualidad de la otra persona.

'Es importante ponerse en el lugar del otro. En terapia se evidencian situaciones como la falta de confianza y el deseo de control de la autonomía de la pareja. El principal problema sigue siendo que no se establece un diálogo adecuado', explica.

José Manuel González, sexólogo y terapeuta de parejas, coincide en que la infidelidad sigue siendo la razón número uno para la separación.

'Los divorcios en nuestro medio se producen en su mayoría como consecuencia del desamor que genera el machismo en la pareja. Las ideas machistas y discriminatorias favorecen la infidelidad y el trato desconsiderado del hombre hacia la mujer, que poco a poco va acabando el amor hasta que la relación termina en divorcio'.

González afirma que la segunda causa más frecuente en su consultorio se relaciona con 'la intromisión de la suegra (o de ambos suegros)' en el matrimonio, lo que llama 'mamitis'.

'Cuando la pareja es invadida por alguno de los suegros surgen muchos conflictos que acaban con el amor y el deseo de vivir juntos. Estos dos factores se relacionan con la inmadurez de cónyuges (hombres o mujeres) machistas o 'hijos de mami'. Las personas maduras no tienen ideas machistas y se desprenden adecuadamente de sus padres para formar una nueva familia independiente', puntualiza.

Casos de parejas

Álvaro Soto se divorció hace cinco años de su esposa, con quien convivió 29 años. 'La decisión fue de ella', dice, pero reconoce haber cometido errores que dañaron la relación.

'Ambos fallamos, los dos tuvimos la culpa por eso se fue acabando el amor', cuenta este hombre de 60 años.

Hace un año y medio Estefani Carrillo dijo 'acepto' en el altar. Cuando el sacerdote pronunció la frase 'hasta que la muerte los separe' dice que por dentro sintió escalofríos. Se consoló diciéndose a sí misma que eran los nervios. Hoy, un mes después de haberse divorciado piensa que se trató de una 'corazonada' que en ese momento ignoró. Para ella, algo no estuvo bien desde el principio.

Carrillo, de 31 años, asegura que en la actualidad no hay ningún motivo para permanecer en un matrimonio 'mezquino', si las cosas no funcionan es sano dar un paso al costado.

'Nuestros padres tenían que aguantarlo todo. La sociedad, y un montón de prejuicios los obligaban. Pero de verdad, no hay motivo para vivir en la infelicidad hasta que la muerte nos separe'.