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El conjunto mesopotámico de Babilonia, en Irak; el Parque Nacional Vatnajökull de Islandia, las Tierras y mares australes franceses, los bosques hircanianos, en el norte de Irán; la ciudad colonial de Paraty y la paradisíaca Ilha Grande, ubicadas al sur de Río de Janeiro, en Brasil, son los seis nuevos lugares declarados Patrimonio Mundial de la Unesco.

El Comité del Patrimonio Mundial, reunido en Bakú (Azerbaiyán) hasta el 10 de julio, hizo el anuncio.

Babilonia

En Irak, país devastado desde hace 40 años por la guerra y en el que los yihadistas destruyeron numerosos tesoros de la antigüedad, las autoridades arqueológicas presentaron en cinco ocasiones (desde 1982) el conjunto mesopotámico de Babilonia, de 10 km2 y de los que solo el 15% han sido excavados.

El hecho de incluir a Babilonia en el Patrimonio Mundial de la Unesco 'impulsará investigaciones y mejoras en el lugar' y significa 'publicidad gratuita para el turismo', declaró Qahtan Al Abeed, director del departamento de Antigüedades de Basora que presentó a la Unesco el dosier de Babilonia.

Babilonia, de más de 4.000 años de antigüedad, 'fue la mayor ciudad poblada de la historia antigua', explica Qahtan Al Abeed.

En Irak, cuna de la escritura —donde las primeras tablillas cuneiformes son de hace cerca de 5.500 años—, 'los babilonios son la civilización de la escritura, la administración y la ciencia', prosigue.

Babilonia ocupa un lugar especial en la historia y la mitología mundial, con su famosa puerta de Istar, sus jardines suspendidos, considerados una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y la torre de Babel —dos monumentos emblemáticos aunque su localización sigue siendo discutida.

Irak, que cuenta con al menos 7.000 sitios arqueológicos en su territorio, tiene ya cinco inscritos en la Unesco.

Paisajes volcánicos y glaciares

Moldeado por sus volcanes y rodeado de campos de lava y ríos, el Parque Nacional Vatnajökull de Islandia se erige como el mayor parque nacional de Europa, al igual que su glaciar del mismo nombre.

Con sus 14.500 km2 —el 14% del territorio islandés— es 'un ejemplo excepcional de la interacción entre el hielo y el fuego y de la separación de las placas tectónicas terrestres—, según la Unesco.

Es el tercer sitio para Islandia en la lista de la Unesco.

Aves y mamíferos marinos

Otro sitio elegido por la Unesco fueron las Tierras y mares australes franceses, un sitio preservado de casi 673.000 km2 y situadas al sur del océano Índico, a más de 2.000 km de cualquier continente.

El lugar, que comprende las islas Kerguelen, Saint-Paul y Amsterdam y el archipiélago Crozet, cuenta con la mayor concentración de aves y mamíferos marinos y paisajes volcánicos. Se trata del sitio más amplio inscrito en el Patrimonio Mundial y el 45º para Francia.

La inscripción 'permitirá destacar la ejemplaridad de la preservación de la biodiversidad y garantizar la realización de actividades sostenibles', señaló el ministra francesa de Territorios de Ultramar, Annick Girardin.

Norte de Irán

La Unesco declaró también Patrimonio Mundial por su 'extraordinaria' biodiversidad a los bosques hircanianos, en el norte de Irán, que se extienden 850 km a lo largo de las costas del mar Caspio.

Como lo describe la Unesco en su página web, La antigüedad de estos bosques caducifolios se remonta a unos 25 a 50 millones de años atrás, cuando cubrían la mayor parte de esta región templada del norte del país.

'Es digna de mención la biodiversidad de la flora de este sitio, ya que el 44% de las plantas vasculares catalogadas en Irán crecen en él, a pesar de que tan sólo ocupa un 7% de la superficie total del país.

Hasta la fecha se han catalogado 180 especies de aves características de los bosques caducifolios de zona templada, así como 58 especies de mamíferos entre las que figura la emblemática pantera persa'.

Tesoros de Brasil

La ciudad colonial de Paraty y la paradisíaca Ilha Grande, son el primer lugar 'mixto' (patrimonio cultural y natural) de Brasil, que cuenta ahora con 22 lugares en la lista de sitios reconocidos por la Unesco.

El área reconocida abarca 149.000 hectáreas e incluye el centro histórico de caserones coloniales de Paraty (fundada en 1667 y declarada patrimonio histórico de Brasil en 1958) y cuatro reservas naturales a su alrededor, entre ellas la Sierra de Bocaina —cuyo pico máximo alcanza los 2.088 metros— y la isla de playas paradisíacas Ilha Grande, gran atractivo turístico de la llamada 'Costa Verde' carioca.

El gobierno brasileño centró su candidatura en la coexistencia de las culturas locales —indígena, quilombolas (descendientes de negros esclavizados) y comunidades costeras de pescadores y artesanos— con la rica biodiversidad.

De acuerdo con el Instituto de Patrimonio Histórico (IPHAN) de Brasil, el 85% del bosque atlántico —bioma que se extiende por todo el litoral brasileño— se encuentra preservado en esta área.

La postulación enumera 36 especies vegetales consideradas raras, 29 de ellas endémicas, es decir, exclusivas de esa región.

Especies amenazadas como el jaguar, el tapir o el mono muriquí —mayor primate de Suramérica—, viven en esta región, que concentra asimismo el 45% de las aves y el 34% de los sapos que viven en los bosques atlánticos de Brasil.

El entorno del área reconocida por la Unesco incluye también una inmensa bahía con 187 islas forradas de vegetación nativa y una rica diversidad marina, que a pesar de no formar parte del núcleo principal de protección, tendrá reglas para restringir la actividad humana y evitar así el impacto en el medio ambiente.

Entre los tesoros históricos de Paraty e Ilha Grande se encuentra un tramo del Camino del Oro, construido por esclavos entre los siglos XVII y XIX y por donde transportaban los metales preciosos extraídos en el interior de Minas Gerais hasta el puerto de Paraty, con destino a Portugal.