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Érase una vez, en un reino muy lejano, una joven y dulce princesa que esperaba ser rescatada por un apuesto príncipe.

Seguramente ha escuchado muchas veces esta historia, pero, ¿Alguna vez soñó con ser salvada de su realidad por un valiente heredero al trono?... Un fornido caballero caucásico que peleara con brujas y dragones para vivir felices y comer perdices en su castillo. Posiblemente sí.

Los cuentos de hadas de la literatura infantil, que se hicieron célebres por Disney, fueron parte de la vida de varias generaciones. Muchas personas crecieron con las aventuras de hermosas princesas, guerreros valientes, maravillosos reinos y malvadas madrastras. Es por eso que ciertas historias son recuerdos, para algunos, 'intocables' de la niñez.

Hace una semana se desató un debate sobre la elección de la actriz Halle Bailey para protagonizar la película La sirenita en imagen real. El reclamo de miles de fanáticos por redes sociales se debió al color de piel de la actriz, que según ellos, por ser negra, atentaba contra la 'verdadera' Ariel.

En la historia, La sirenita, cambia su voz por un par de piernas.

'Sacrificó su naturaleza para conquistar a un príncipe', dice la filósofa Dayana de la Rosa Carbonell, coordinadora del programa de Filosofía de la Universidad del Atlántico. Este tipo de historias retrataban a 'las mujeres de antes', afirma. 'Que Disney ponga una sirenita negra es romper un poco ese imaginario obediente y sumiso', agrega.