Ricardo De Castro es un barranquillero que desde los cinco años iba a pescar al río. Se define así mismo como un 'hombre de mar', pues para él, pocas cosas se comparan con la brisa salobre que golpea sobre las olas y el olor de la arena mojada, sensaciones que siempre encontraba en su terruño.
A pesar de haber estudiado arquitectura en Barcelona y haberse especializado en Milán, De Castro nunca abandonó ese andar anfibio que adquirió por la herencia de su ciudad natal al moverse entre la tierra, el mar y el río. Esto le llevó a concebir un proyecto con el que fue galardonado en Italia por los prestigiosos premios A’ Design Award & Competition, la gala más influyente de la arquitectura y diseño del mundo. Su trabajo consistió en darle un uso sustentable al agua a través de la recolección de agua lluvia.
Marquise es el nombre del proyecto con el que el arquitecto barranquillero recibió el ‘Premio Bronze’ en la categoría de Arquitectura, edificios y diseño estructural, convirtiéndose en el primer colombiano en llevarse esta distinción, como él lo manifiesta.
La premiación que se realizó a finales de junio tuvo más de 2.437 ganadores en 98 disciplinas diferentes de la arquitectura.
El proyecto del enorme monumento de 145 metros de alto es de estructura de vidrio y acero rodeada por un espejo de agua que esconde dos tanques de concreto, 'llamados tanques de depósito', que acumulan agua lluvia. Estos sistemas evitan la contaminación y el colapso de las líneas de drenaje locales, lo que permite la reutilización del agua para el riego.
'Marquise es básicamente un trabajo social de alguien que se preocupa por la ciudad y a través de la investigación logra ir comprendiendo cómo se desarrollan los sistemas de acueducto y de alcantarillado de las grandes ciudades del mundo. Este proyecto es una especie de filtro de agua lluvia que ayuda disminuyendo la contaminación. A menudo pienso: ¿Qué responsabilidad tenemos como profesionales para solucionar los problemas que afectan el medioambiente? creo que analizar el aporte social de una obra arquitectónica es una forma', dijo.
De Castro explica que esta obra resalta además la identidad cultural de la región rodeada de vertientes hidrográficas, pues en los espejos de agua que hacen parte del diseño esconde formas como la rosa de los vientos y en el centro, una canoa como símbolo de la pesca artesanal.
'Este proyecto fue inspirado en Barranquilla porque es una ciudad en crecimiento. Me encantaría que estuviera en cualquier ciudad del Caribe. Es 100% sostenible, eso quiere decir que no es un elefante blanco. Fue diseñado para que su costo y su mantenimiento fuera autosostenible. La idea es que tenga un mirador a 110 metros de altura. El más grande de América hasta ahora lo tiene Puerto Rico con una obra en homenaje a Cristóbal Colón y el Obelisco en Buenos Aires que tiene 102 m. También, el diseño incluye un restaurante en la parte baja que contribuya al mantenimiento de la torre', dijo.
La obra, además, cuenta con árboles de aluminio con forma de paneles solares fotovoltaicos, una fuente de energía que genera electricidad que se obtiene a partir de la radiación solar.
No obstante, De Castro insiste en que lo más importante de Marquise es 'que el proyecto sea socialmente importante'.
'Las aguas que fluyen por los alcantarillados terminan en el río. Con el tiempo los sistemas colapsan y se producen las inundaciones y los arroyos. Los tanques de retención en muchas ciudades están debajo de plazas públicas y allí entra toda el agua que no alcanza a desaguar por el alcantarillado. Hace un proceso de desintoxicación o filtrado para que regrese al río mucho más limpia', apuntó.
El costo de la ejecución del proyecto es de unos 40 mil millones de pesos. En un año —recalca— recolectaría 8 millones de galones de agua. 'Calculamos una factura al año de 4.500 millones de pesos en ahorro de agua a en la zona', dice.
De Castro, director de la firma Ricardo De Castro Architecture & Design decidió volver a Barranquilla tras haber vivido desde los 17 años en el exterior. Ahora, desde su ciudad natal, le apuesta a que su hogar de mar y río 'siga creciendo' amigablemente con la naturaleza.