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Joe Arroyo, el artista más vendedor de la música tropical colombiana fue un gran bohemio. Se caracterizó por su particular horario nocturno, en el que se inspiró junto a sus músicos para crear grandes éxitos como La noche, Noche de arreboles o Centurión de la noche.

Sus jornadas laborales iniciaban a las 8:00 p.m. y culminaban a las 5:00 a.m., algo a lo que se debió acostumbrar su equipo de trabajo. En una entrevista con Ernesto McCausland en los estudios de Discos Fuentes en Medellín el ‘Rey del Congo’ le confesó al fallecido cronista que escogía las horas nocturnas para estar alejado del bullicio de la ciudad. 'La noche es más tranquila, el tonelaje de los carros baja bastante, ese es mi concepto, tal vez sea una locura… pero el tráfico es menor y no se percibe ese bullicio de los carros y eso nos permite que el sonido salga más nítido'.

Ese era su argumento para seguir complaciendo con más composiciones a los amantes de sus canciones, que dormían bajo su luna inspiradora. Hoy, ese horario invertido lo heredaron los músicos que más tiempo se mantuvieron a su lado.

En sus palabras, no hay pastillas ni tratamiento médico que les permita dejar de ser centuriones de la noche.