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Un jueves 16 de octubre de 2003 Camilo Sesto provocó el delirio de sus fanáticos en la ciudad. El escenario fue el coliseo de la Universidad del Norte, que esa noche se llenó a reventar.

El empresario Mario Contreras recuerda que logró junto al paisa Fabián Montoya incluir a Barranquilla en la gira del artista.

Señala que este llegó un martes en la noche a la capital del Atlántico y se alojó en la suite presidencial del Hotel El Prado, donde permaneció la mayoría del tiempo.

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Escasamente salía a caminar por los jardines del hotel, 'espacio que le gustó mucho'. 'El miércoles hicimos un corto recorrido por el barrio y pasamos por la zona del centro comercial Country Plaza, pero nunca se bajó del carro'.

Contreras también recordó que para esa época Camilo Sesto 'fumaba mucho' Marlboro y era una persona 'amena' en las conversaciones que sostenía. De igual forma no hizo exigencias especiales, como sí acostumbraban otros artistas de talla internacional.

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'Recuerdo que lo único especial que pidió para el camerino fue una botella de vino bastante costosa, la compré en San Andresito y me costó 300.000 pesos en esa época, la marca no la tengo clara. Eso me llamó la atención porque él estaba recién trasplantado del hígado. Me acuerdo también que los músicos estaban haciendo el opening en el escenario y él estaba en el camerino. Cuando fui a buscarlo se estaba tomando un vaso grande de vino. Se lo tomó de un solo sorbo, me dijo que era para los nervios. Después se subió al escenario y se lo comió'.

El empresario de espectáculos barranquillero, hoy radicado en Bogotá, agregó que cuando el cantautor bajó del escenario se puso una bata, lo montaron a un carro que lo estaba esperando y se fue directamente para el Hotel del Prado a descansar, ya que al otro día tenía otro concierto en Medellín.

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De vuelta al concierto

Esa noche del jueves 16 de octubre de 2003 en el coliseo de la Universidad del Norte, el intro de su canción Vivir así es morir de amor generó la locura colectiva de los asistentes que hicieron su sueño realidad de ver al artista, que a finales de la década de los 80, anunció el retiro de los escenarios.

Así lo recuerda el periodista Miguel Utria, quien estuvo entre los asistentes al recital de la Gira Alma 2003, del artista español.

'Yo siempre había soñado con que él regresara a los escenarios, de hecho hizo una gira para anunciar su retiro definitivo de la música. En este momento yo no pude asistir, pero cuando anunciaron el concierto de su regreso me puse como propósito asistir (…) la noche del concierto el coliseo de la Universidad del Norte tuvo un lleno total, la gente estaba enloquecida, el público que asistimos era adulto, mayor de 30 años, pero parecíamos pelaitos'.