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Un viaje por esa Colombia profunda, un viaje guiado por los sonidos de una cantautora que la recorre y la escucha. La colombiana Mónica Giraldo entró caminando despacio a la tarima del concierto inaugural de Barranquijazz, en el teatro de la Universidad del Atlántico, y acarició su tambor y arrulló su guitarra con música que nace de sus presentimientos.

Le contó a su público, que la recibió y la acompañó con aplausos, cómo el cantar de las ranas coquí la llevó a componer durante su vida en Puerto Rico ‘Llévame contigo’, una canción que habla de la magia de transportarse a lugares maravillosos. Y eso fue lo que hizo Giraldo a través de temas como ‘La vida puede ser simple’ o ‘Molinos de viento’: pintarle a los asistentes de su espectáculo un paisaje sonoro y luego otro.

'A veces pienso que todos nos parecemos un poquito a Don Quijote de la mancha porque vamos luchando contra molinos de viento', dijo Giraldo, casi al oído, como se titula su nuevo trabajo discográfico.

La artista que fue nominada al Grammy Latino en la categoría de Mejor Nuevo Artista en el 2008 es autora de ‘Muy cerca’ (2005), ‘Todo da vueltas’ (2008), ‘Que venga la vida’ (2014), ‘Bajo el mismo cielo’ (2017) y ‘Al oído’ (2019).

Las canciones de esta colombiana, que le canta a los andares de la vida, al amor, a la naturaleza, a los desaciertos y a la tristeza, estuvieron acompañadas de la danza a veces suave y a veces enérgica del bailarín Roiber Jiménez, así como del talento de Armando Mauricio Pantoja, Calixto Mindiola y Emji Rose Jaramillo (guitarras), Diego Valdez (bajo) y Juan Sebastian Caicedo (percusión–batería).

'Ustedes son de río arriba y yo de río abajo, pero estamos todos conectados por un río', dijo Giraldo antes de presentar, por primera vez en un escenario, su nueva canción que es un tributo a esta arteria fluvial, ‘Vamos por el Magdalena’, muestra de su íntima mirada a Colombia y, sobre todo, de su especial conexión con el Caribe colombiano. Por eso, de su repertorio no podía escaparse su versión de La Aventurera, un clásico de Pablo Flórez.

De Polonuevo para el mundo

La velada musical de apertura de Barranquijazz contó también con el poder sonoro del músico nacido en Polonuevo, Atlántico, Gonzalo Lubo y su sexteto La Frescura, que se ha caracterizado por crear y exportar un estilo propio, alimentado del folclor colombiano e influenciado por grandes referentes del jazz como Charlie Parker, Sonny Rollins, Dexter Gordon, Michael Brecker, Erick Marienthal y el gran Bob Berg.

Lubo, además de conquistar al público al mando del saxofón y el clarinete, supo cómo embrujarlo con su interpretación del sawawa, un instrumento autóctono de la etnia wayúu que tiene un timbre similar al de la trompeta.

El destacado músico atlanticense estuvo acompañado por Libardo Mesa (piano y rhodes), Rodrigo Villalón (batería), Ricardo Matute (congas y multipercusión), Flavio Bolaño (bajo) y Enrique Ynfante (trompeta y flugelhorn).