'Quiero tocar un tema que muy pocas personas hablan: la ansiedad. Yo sufro de ansiedad y trato de contrarrestarlo con psiquiatría, meditación y deporte', así fue como José Álvaro Osorio Balvin comenzó un video que publicó en sus redes sociales. Él, cuyo nombre artístico es J Balvin, decidió hablar de una enfermedad mental, de psiquiatras y de apoyo, temas que aún en nuestra sociedad son tabú y estigmatizados.
Que un artista —o 'famoso', como muchos dicen— decida hablar del tema abre una ventana para que quienes se enfrentan a situaciones similares busquen apoyo. Esto último también fue parte del mensaje enviado por el cantante paisa, lo cual brinda el espacio para comunicar temas que dentro de algunas familias son vistos lejanos y permite establecer los retos para borrar aquellos estigmas en torno a un trastorno mental.
'Pero hay mucha gente que es ansiosa, no lo sabe y tiene una vida una mierda. Cuestiónense y busquen ayuda profesional porque eso no se le desea a nadie. No tengan miedo. Peor es vivir así', dijo.
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Situaciones
La ansiedad es una reacción emocional ante situaciones percibidas como amenazantes, que se activa como un sistema de alarma que prepara al organismo para enfrentarlas. De tal manera aporta a los procesos de autocuidado, defensa y adaptación a diferentes entornos y situaciones.
Esta desencadena procesos cognitivos (como la anticipación de riesgos 'algo malo va a pasar'), fisiológicos (como la activación del sistema nervioso simpático o autónomo con cambios en la presión sanguínea, la temperatura corporal, la respiración, el tono muscular, otros) y motor o de conducta (como comportamiento agresivo, de huida, evitación, otros).
La ansiedad como trastorno mental, explica el Ministerio de Salud y Protección Social, se presenta de manera persistente, intensa e independiente o desproporcionada a los estímulos que aparentemente la desencadenan, generando conductas evitativas. Es decir, se origina en un estímulo interno desconocido y es persistente e inadecuada al estímulo o al momento en que aparece.
Pretendemos ser siempre controlados, serenos. Perder el control, dice María Eugenia Reátiga, psicóloga clínica y docente en psicología de la Universidad del Norte, se ve mal, mostrar miedo o ansiedad no es bien visto.
Ella agrega que muchas situaciones socialmente se idealizan, como la maternidad, la vida familiar, las relaciones.
'La persona sana es capaz de estar en contacto con ella misma, enfrentar sus conflictos y su ansiedad. Ese es uno de los principales factores que contribuyen a que haya tanto estigma y evitación del reconocimiento de nuestros problemas'.