La legendaria cantante de ópera estadounidense Jessye Norman, una soprano que llevó su majestuosa e íntima voz a teatros del todo el mundo, murió este lunes a los 74 años, informó su familia en un comunicado.
La cuatro veces ganadora del premio Grammy murió 'rodeada de sus seres queridos' en un hospital de Nueva York debido a un shock séptico y a una falla multiorgánica, resultado de complicaciones de una lesión de la médula espinal sufrida en 2015, según el comunicado obtenido por la AFP a través de una portavoz.
'Estamos tan orgullosos de los logros musicales y de la inspiración que proporcionó al público alrededor del mundo que seguirá siendo una fuente de alegría', dijo su familia.
Nacida el 15 de septiembre de 1945 en Augusta, Georgia (sureste de EEUU), Norman creció rodeada de música como una de los cinco hijos de una familia de artistas amateur.
Hizo una incursión en el gospel a los cuatro años, y siendo una niña pequeña empezó a escuchar las transmisiones de radio de la Metropolitan Opera, donde años después acabaría siendo estrella.
'No recuerdo un momento en mi vida que no estuviera tratando de cantar', dijo en 2014 a la cadena estadounidense National Public Radio (NPR).
Como joven negra fue pionera en el predominante mundo blanco de la música clásica y se convirtió rápidamente en una artista amada por su voz y su personalidad efervescente.
Estudió música en la histórica universidad de negros Howard University, en Washington, antes de pasar al Conservatorio de Peabody de la Universidad de Michigan.
En la década de 1970, la cantante se estableció en Europa, debutando en la ópera de Berlín en 1969, antes de sorprender en otros sitios incluyendo Italia. Posteriormente, se mudó a Londres y pasó años actuando y trabajando como solista.
Norman fue la persona más joven en una historia de dos décadas de labor en ganar en 1997 el prestigioso Kennedy Center Honor, a los 52 años, y el presidente Barack Obama (2009-2017) le otorgó una Medalla Nacional de las Artes.
También, actuó en las tomas de posesión de dos presidentes, en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, así como en el bicentenario de la Revolución Francesa, en París en 1989.
La superestrella de la ópera también recibió la reconocida Orden de las Artes y Letras de Francia, y tiene una orquídea que lleva su nombre luego de ello.