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El príncipe Enrique lanzó este viernes una ofensiva judicial contra varios diarios sensacionalistas británicos por presuntas escuchas telefónicas, tras haber advertido de que no permitirá que un sector de la prensa acose a su esposa como hizo con su madre, Diana.

El príncipe, de 35 años y nieto de la reina Isabel II, entró en guerra contra la prensa. Al comienzo de la semana ya denunció al Mail on Sunday y ahora apunta al tabloide más leído, The Sun, confirmó a la AFP su propietario, News Group Newspapers.

Según varios medios, que citan escuchas de mensajes dejados en el buzón de voz de teléfonos, también se querella contra el Daily Mirror.

El martes el príncipe salió en defensa de su esposa Meghan, de 38 años. Anunció en la página web del matrimonio una demanda contra el Mail on Sunday por la publicación de una carta privada, 'ilegalmente, con la intención de destruir (...) omitiendo párrafos, algunas frases y hasta palabras para ocultar las mentiras que se dicen desde hace un año'.

Se refería a la publicación en febrero de una carta personal enviada a su padre, Thomas Markle, con el que mantiene una relación complicada y quien no pierde ocasión para quejarse a la prensa de los lazos rotos con su hija.

'Lo que más miedo me da es que la historia se repita', dijo el nieto de Isabel II en una carta divulgada en su página internet. 'Perdí a mi madre y ahora veo a mi mujer siendo víctima de las mismas fuerzas poderosas'.

'Lady Di' murió en 1997 en un accidente de coche en París cuando era perseguida por un grupo de paparazzi.

La carta de uno de los hijos del príncipe Carlos, sexto en el orden de sucesión al trono, 'es la declaración más increíble publicada por un miembro de la familia real', estimó Penny Junor, autora de una biografía sobre el príncipe Enrique, citada por The Sun.

'Duquesa caprichosa'

La prensa británica acogió inicialmente con los brazos abiertos a la estadounidense mestiza, a la que consideraban un balón de oxígeno en la familia real. Pero los elogios dieron paso a las críticas.

Al comienzo de su relación con la actriz afroestadounidense, el príncipe Enrique publicó un comunicado, en noviembre de 2016, para denunciar la 'denigración' en un periódico nacional y el 'sexismo y racismo de las redes sociales'.

La prensa reprochó a Meghan su comportamiento tras una serie de dimisiones en el personal de la casa real y la tachó de 'duquesa caprichosa'.

Este verano, el matrimonio fue blanco de las críticas en dos ocasiones por haber usado aviones privados para las vacaciones pese a ser grandes defensores de las causas medioambientales.

Los 2,4 millones de libras (2,7 millones de euros, 2,9 millones de dólares) que costó la remodelación de su vivienda en los terrenos del castillo de Windsor pagados a costa del contribuyente no arreglaron las cosas.

Los diarios sensacionalistas tampoco apreciaron que los mantuvieran al margen del nacimiento y del bautizo de Archie, el hijo de los duques de Sussex nacido en mayo pasado y del que apenas se difundieron imágenes.

En un editorial, The Sun arremetió contra el príncipe por su 'irritabilidad' y le acusó de autocompadecerse, además de justificar el contenido de los artículos por 'la polémica familia de Meghan'. 'Criticar no es intimidar', defendió el diario.