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En los últimos años, ha habido en Barranquilla una importante activación de los escenarios culturales. La recuperación del Malecón del Río como espacio generador de puntos de encuentro entre escritores, músicos, dramaturgos y artistas, no solo ha permitido que el público y los participantes se vinculen más a los lugares que comparten, sino a que el diálogo entre diversidad y saber se mantenga activo, fluctuante como las aguas que nos miran desde el Río.

Así mismo, en los parques de la ciudad se han dado citas interesantes; eventos como el Festival Épico de Literatura Infantil convierte al Parque de la Electrificadora durante tres días en un lugar nuevo, propositivo e incluyente. La más reciente Feria Libraq (que en septiembre reúne eventos para todo público), o el Salón del Autor Audiovisual (en octubre), o el Carnaval de las Artes (en febrero), son algunos de los eventos que encuentra el público local para hacer de los espacios de la ciudad espacios de cultura, es decir, de conversación permanente.

Sin embargo, es poco lo que ese ánimo diversificatorio ha contribuido a hacer por la población en situación de discapacidad de Barranquilla. El Festival Nacional de Humor Sordo, que acaba de llegar a su sexta versión, logró ayer poner la atención en una comunidad que encuentra poco o ninguna resonancia en materia de agenda cultural en la ciudad.

 En un encuentro que tuvo lugar en el salón de eventos del Hotel Puerta del Sol, de 8 a.m. a 2 p.m., transcurrió una jornada humorística, teatral y de baile, dedicada a entretener y a mirar a la comunidad sorda de la ciudad, especialmente jóvenes, pero también adultos y público oyente en general.

Más de 100 participantes y 500 asistentes dieron vida a esta nueva versión. El Grupo de Teatro y Drama de la Institución Educativa Salvador Suárez Suárez presentó la obra Policías y ladrones, con personajes influidos en el Chavo, Doña Florinda y la Chilindrina. Al final de su presentación se les hizo un reconocimiento a los actores y actrices por los seis años que llevan nutriendo la programación del Festival.

Una presencia especial fue la participación de Dariel Pacheho Bermejo, primer mago con discapacidad auditiva del Atlántico y de los pocos de su tipo que hay en Colombia. Con adivinanzas, juegos de carta y prestidigitación entretuvo e hizo reír a los asistentes.

El modelo y estudiante de comunicación social paisa Camilo Viloria, ganador del Míster Mundo Sordo que se celebra anualmente en Praga, fue el anfitrión. Por su parte, la Reina Nacional de la Panela, Angélica Castiblanco, le envió al público un mensaje de superación. En el mes internacional de la persona sorda, los convidó a todos a perseguir sus sueños. Recalcó que había participado en un certamen con público conformado por personas oyentes, pero que siempre tuvo la mente preparada para responder las preguntas del jurado.

María Esther Salcedo, directora de la Fundación Con Justicia social sí se Puede que organiza el Festival, dijo que la comunidad sorda ha permanecido activa e interesada por este evento, por eso en cada nueva versión lo esperan, lo buscan y lo construyen. Considera que todos los invitados son 'excelentes', y que una de las brechas a superar es la laboral, donde la 'batalla por la inclusión' está 'estancada' para toda persona con discapacidad.

Por: Kirvin Larios