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El 'hijo preferido' de la reina Isabel II, el príncipe Andrés, fue visto durante años como un playboy y militar valiente, pero su reputación está en la cuerda floja debido a sus peligrosas relaciones con el fallecido Jeffrey Epstein.

Durante mucho tiempo fue un playboy y un valiente militar, pero su vida también ha estado plagada de controversias.

El Duque de York, de 59 años, héroe de la guerra de las Malvinas (1982) en la que luchó a los 22 años como piloto de helicóptero, ahora ve su reputación comprometida.

En la mira por su relación con el financiero estadounidense quien, acusado de explotar sexualmente a niñas menores de edad durante años, se suicidó en prisión, Andrés se defendió el fin de semana pasado en una larga entrevista televisiva que se transformó en un fiasco.

El príncipe, octavo en el orden de sucesión al trono británico, se mostró arrogante y carente de compasión por las presuntas víctimas de Epstein. Ante la polémica provocada, anunció finalmente el miércoles su retiro de sus compromisos públicos, una decisión humillante y rarísima para un miembro de la familia real.

Nacido el 19 de febrero de 1960 en el Palacio de Buckingham, diez años después de su hermana mayor, la princesa Ana, es el tercer hijo de la reina Isabel II y del príncipe Felipe. Niño fácil y lleno de entusiasmo, se dice que es el 'hijo favorito' de Su Majestad.

Andrés, joven, es uno de los solteros más codiciados, y multiplica las conquistas antes de casarse, en 1986, con la ardiente Sarah Ferguson.

La reina le concede el título de Duque de York. Dos hijas nacen de esta unión, las princesas Beatriz (1988) y Eugenia (1990), pero el matrimonio no durará.

A pesar de su divorcio, en 1996, Andrés y Sarah afirman seguir siendo 'los mejores amigos del mundo'. La duquesa sigue viviendo en la casa de su exesposo y recientemente ha tomado su defensa.