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Niño chiquitito/ Niño parandero/ venga con nosotros/ hasta el mes de enero/ fuego al cañón heeeeee/ fuego al cañón heeeeee/ para que respeten nuestro parrandón', es el villancico a ritmo de gaita que cantan a todo pulmón 132 niños venezolanos que son acogidos en el Centro Social ‘La Milagrosa’, en El Ferry, uno de los barrios en los que más se ha refugiado la población migrante proveniente del país vecino.

Desde hoy este cántico, junto a otros aguinaldos venezolanos como le llaman, se escucharán con mayor intensidad cuando se dé inicio a la Novena Navideña. El Tun Tun, Niño Lindo y Corre caballito, están anclados en la memoria de estos infantes (67 mujeres y 65 varones) que tienen entre 1 a 14 años; esta es la mejor manera para muchos de ellos de recordar momentos felices en su terruño. Sin embargo, en esta ocasión les tocará cantarlos lejos de su patria, en un barrio donde las fronteras no existen y convergen barranquilleros, soledeños y venezolanos para darse ánimos y buscar juntos un mejor futuro.

La inocencia se refleja en el rostro de cada uno de ellos que con su tierna sonrisa y gorros navideños le demuestran a cualquiera que ha llegado la mejor época del año: la Navidad. Mientras sus madres trabajan, la mayoría como vendedoras de tinto, bebidas energizantes, dulces, agua o como meseras, ellos son educados a través de actividades lúdicas en la que siempre están trayendo al presente los mejores recuerdos de su patria.

Allí en ese cálido lugar en el que personal del Secretariado de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Barranquilla y Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, estos menores abrazan la Navidad y claman al Niño Dios especialmente porque en su país retorne la paz. Sentados frente a un árbol de Navidad y mirando fijamente un telón blanco en el que sobresale la silueta de un pesebre con los tres Reyes Magos y en color naranja brilla la estrella de Belén.

Antonio Navarro Ferrer, coordinador del proyecto para la atención a la población migrante, explicó a AL DÍA que desde el año pasado intervinieron la parte marginal de este barrio y también otros lugares como el Centro de Barranquilla, la Terminal de Transportes, Villa Caracas, 7 de Abril, el bulevar de Simón Bolívar y los alrededores del puente ubicado en la Murillo con Circunvalar. Ahora están en una fase que les ha permitido brindarles programas de alimentación y educación especialmente a la población infantil. 'Por primera vez se realizará una Novena navideña exclusiva para estos niños provenientes de diferentes estados venezolanos, es algo que los acercará mucho más a Dios y a sus costumbres ya que los cánticos que realizan son los de la música típica de su país, especialmente la de gaita. Aquí atendemos a 132 niños en dos horarios de 8 a 11 de la mañana y de 2 a 5 de la tarde, en parte de ese tiempo se rezará la novena a partir de hoy para que entonen sus villancicos y al final reciban sus aguinaldos', detalló Navarro.