El viejo y conocido refrán reza que 'donde hubo fuego cenizas quedan', y aplica para muchos ámbitos de la vida diaria, entre esos el amoroso. Algunas personas, por una u otra razón, no sueltan del todo a sus ex y en determinado momento de su vida acuden a ‘cangrejear’, es decir vuelven a salir con ese individuo con el que alguna vez se compartió una relación amorosa.
Este fin de semana, dos importantes miembros del mundo del espectáculo le regalaron al mundo del entretenimiento una escena bastante particular en los SAG Awards.
Jennifer Aniston y Brad Pitt, quienes estuvieron casados entre el 2000 y el 2005, siendo una de las parejas más queridas en Hollywood, se reencontraron en la ceremonia.
Pitt y Aniston se divorciaron en 2005 después de que el actor se enamorara de Angelina Jolie en las grabaciones de Mr. & Mrs. Smith. En la actualidad Pitt y Jolie atraviesan un proceso de divorcio.
Pitt había recibido su estatuilla como Mejor Actor de Reparto por su participación en Once Upon a Time In Hollywood y se disponía a atender a los periodistas, de repente los interrumpió para escuchar el discurso de Aniston cuando fue reconocida como Mejor Actriz de Televisión por su papel en The Morning Show.
Aniston calificó el gesto de Pitt como 'dulce' y aunque algunos especularon sobre una reconciliación amorosa o ‘cangrejiada’, los artistas afirman que mantienen una gran amistad. De hecho, el protagonista de Entrevista con el vampiro acompañó a Jennifer en su cumpleaños 50 y compartió con ella en su fiesta navideña organizada en Malibú.
Cangrejear o no, esa es la cuestión
La psicóloga Jehimi Cogollo Navarro, explica que esto tiene sus puntos negativos y positivos.
Resalta que, en algunos casos, volver con su ex puede ser beneficioso porque ya se conoce a esa persona y 'sabes que esperar de ella', es decir que estaría en sus manos dar de nuevo un sí.
Otro de los aspectos que resalta la profesional es que si se aprende de los errores de la primera etapa, la segunda puede llegar a ser más sólida porque no se caerán en los fallos que los llevaron a terminar.
Pero como no todo es color de rosa, ‘cangrejear’ puede ser negativo para algunas personas cuando 'se connota un apego o dependencia emocional que no le permite ser ella misma'.
De acuerdo con Cogollo, a otros individuos este proceso les puede 'impedir crecer porque le temen a salir de una zona de confort'.
La psicóloga también afirma que esta situación puede llegar a ser perjudicial porque quienes están atravesando por ella se cierran las puertas a vivir otras experiencias y abrir nuevamente su corazón a otras personas.
Según un estudio de la Universidad de California, el 71% de las personas retoma una relación para no quedarse solas.
En la farándula colombiana uno de los casos de más sonados fue el de Robinson Díaz con Adriana Arango quienes después de estar casados por 17 años protagonizaron un ‘triángulo amoroso’ con Sara Corrales.
La situación se dio mientras Corrales y Díaz estaban en grabaciones de la telenovela Vecinos. En 2014, Robinson y Adriana, después de un arduo proceso, retomaron su relación y hoy confiesan estar más felices que nunca.
Empezar una relación sin haber cerrado un ciclo termina convirtiéndose en algo engorroso. De acuerdo con Cogollo esta también puede ser una señal de alerta y de inmadurez emocional en el caso de aquellos que comienzan una nueva relación y mantienen contacto con sus ex.
'Serle infiel a la pareja actual con su ex demuestra que hay detalles inconclusos. Cuando esta situación se da es porque todavía hay emociones no resueltas, también es posible que no hayan terminado de manera sana la relación y aún están anclados por un sentimiento fuerte que puede ser amor o deseo sexual', explica.
La psicóloga Lorena Acuña añade que también hay casos en que los involucrados se dan cuenta que no funcionan como pareja, pero que si tienen una gran afinidad sexual.
Otro detalle en el que hace énfasis la especialista es que desde el tema psicológico no está bien visto porque 'estas personas reflejan una inmadurez emocional y tienen apegos que no son sanos'.
Una de las recomendaciones que ofrecen las psicólogas es la de cortar y poner distancia.
'Hay que ser honestos consigo mismo, uno tampoco puede pasarse la vida buscando con quien remendar sus sentimientos porque no ha podido superar una relación. Uno no debe meterse sentimentalmente con otra persona sino ha cerrado un ciclo'.
La experta también es enfática en el hecho de que no todas las relaciones pueden ser vistas de la misma forma por cada una está compuestas por factores diferentes. Según ella, cada una es 'un universo'.
Es por ello que reitera que no en todos los casos ‘cangrejear’ es malo, pero no está de más analizar y autoevaluarse para no terminar haciéndose daño y perjudicar a un tercero en cuestión.
Las segundas oportunidades pueden llegar a ser buenas cuando todavía existe afinidad entre ambas partes. Ahora no hay que confundir el hecho de ‘cangrejear’ con verse involucrado en una relación tóxica. De estas últimas, según Acuña, nunca sale nada bueno y advierte que hay factores psicológicos que afectan a quienes están inmiscuidos en una relación de este tipo.