La versión número 62 de los premios Grammy, los cuales entrega la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos desde 1959, y que tiene lugar esta noche, a las 8 p.m., en el Staples Center de la ciudad de Los Ángeles, sería una velada para celebrar la diversidad y la inclusión en la industria de la música, como lo había anunciado la que el pasado 1 de agosto fue elegida como la primera mujer para presidir la prestigiosa organización, Deborah Dugar. Sin embargo, el pasado 16 de enero la Academia la relevó de sus deberes y la puso en una licencia administrativa, es decir, que sin realizar los deberes de su cargo su pago y sus beneficios se mantienen intactos. En su lugar, esta noche la gala será dirigida por el que fue escogido en su remplazo como presidente interino y el director ejecutivo, Harvey Mason Jr.
Según Dugan, la organización de músicos, productores y profesionales de la música tomó represalias en su contra después de que se quejó en diciembre de algunos manejos de la organización. Desde que ya no ejerce como presidenta, la ejecutiva ha realizado una serie de denuncias que van desde la falta de diversidad y el acoso sexual hasta la corrupción en las votaciones detrás de los premios.
