Se ha marchado la piedra angular de la champeta, el maestro Abelardo Carbonó, ese cienaguero que desde Barranquilla sentó las bases del ritmo musical que se conocería como champeta criolla.
El pasado jueves 18 de noviembre había cumplido 73 años, sin embargo las secuelas del coronavirus no le permitieron vivir más.
Su hija Carolina Carbonó Muñoz confirmó a EL HERALDO que su deceso ocurrió este lunes a las 8:10 a.m. en su residencia ubicada en el barrio Villa del Carmen en Barranquilla. 'A raíz del coronavirus se le desató una fibrosis pulmonar y desde el 27 de marzo permaneció con oxígeno permanente'.
Carolina también contó que su madre Maritza Muñoz falleció el pasado 1 de abril a causa del virus y que desde entonces los ánimos de su padre mermaron.
De su discografía destacan temas como ‘Carolina’, ‘Karina’, ‘El baile del indio’, ‘A otro perro con ese hueso’, ‘Si, si, si’, solo por mencionar cinco éxitos de su extenso repertorio.
Con su guitarra exploró con el sonido sicodélico, el afro roots y afro caribe, logrando internacionalizarse, a tal punto que recientemente en Japón y España reeditaron varias de sus producciones.
Durante su carrera musical grabó alrededor de 20 longplays para sellos disqueros como Codiscos, Sonolux, Ham Music, Palenque Records. En su obra sentó las bases sólidas de una música tropical de vanguardia, de experimentación sonora, mezclando ritmos vallenatos con música africana. Se dice que Carbonó es el maestro catalizador de la nueva ola de la música colombiana y las fusiones, el inspirador de grupos como Bomba Estéreo, Systema Solar o Frente Cumbiero. Recientemente lo mejor de su música fue publicado por el Sello Vampisoul en España, una antología de dos LP de lujo, que han tenido mucho éxito a nivel mundial.